Están hechas con la masa que utilizo siempre. En el apartado de Galletas decoradas podéis ver la receta (y más galletas).
Si las queréis para colgar del árbol sólo tenéis que acordaros de hacerles un agujerito antes de hornear. Para ellos podéis usar una pajita de beber (de las normales altas, las pequeñitas de zumo son demasiado finas).
Cuando se hayan enfriado las galletas viene la divertido: estiráis el fondant con un rodillo y recortáis las formas con el cortador que utilizastéis para las galletas.
Las tiras del bastón de azúcar y la bufanda se hacen cortando tiras de fondant estirado y los flecos cortando con unas tijeritas. Los ojos y los botones del muñeco de nieve son unas bolitas, las zanahorias se pueden recortar también con tijeras y lo blanco del calcetín formando un rulito de fondant blanco.
Untáis las galletas con mantequilla a temperatura ambiente y pegáis el fondant, teniendo cuidado de no dejar marca de huellas.
Al muñeco de jengibre le dibujé el pespunte y la pupila con un rotulador comestible. Los ojos y los botones son minilacasitos, que se pegan poniendo una gomita de agua en el fondant y apretando un poco.
A las demás les eché por encima un poco de purpurina comestible.
A estas tres galletas les añadí bolitas plateadas, confeti comestible (poniendo una mini gotita de agua en el fondant y después apretando un poco) y nonpareils blancos (apretando, con el fondant recién colocado).
Quedan muy chulis en el árbol, ¿verdad?
Lo único malo es que esta decoración va desapareciendo misteriosamente día a día :-)