Coloque un clavijero en la pared, y cuelgue "de todo".
Haga una limpieza general por lo menos cada dos meses.
Limpie los gabinetes y reorganice.
Guarde los vasos con el borde hacía arriba, ya que de la otra manera tienden a quebrarse.
Limpie el refrigerador con una solución de agua y bicarbonato de soda, por lo menos una vez al mes.
Todas las semanas (escoja un día especial) deseche los alimentos que no va a usar.
Guarde "boles", recipientes, ollas, moldes pequeños, etc., dentro de los más grandes.
Ponga los platos y los vasos de uso diario en un lugar donde sea fácil alcanzarlos.
Si no tienen muchas gavetas o cajones, coloque los cubiertos del uso diario o los cubiertos de cocinar en un recipiente redondo y hondo.
En esos casos a donde le es difícil llegar, coloque las cosas que usa con menos frecuencia.
Coloque el pan en el refrigerador. Se mantiene más fresco y no ocupa espacio afuera.
Distribuya en grupos las latas y los productos envasados: sopas, salsas, carnes, pescados, etc...
Los vasos que no usa con mucha frecuencia los puede guardar uno dentro del otro, pero antes coloque un pedazo grande de papel plástico entre ellos.