Belén es una superprofe de educación infantil, especializada en inteligencia social y emocional. Se formó con gente de la talla de Elsa Punset y Luis López González. También pertenece a MIBAL, un grupo de investigación e innovación educativa, que está elaborando un programa educativo para trabajar la empatía en los coles.
Por si esto fuera poco, obtuvo matricula de hornor en su proyecto de desarrollo de la inteligencia social y emocional en educación infantil y tiene experiencia a nivel internacional en paises como Reino Unido y Francia.
Así que no nos enrrollamos más y te dejamos ya con la entrevista para que puedas ver lo que nos contó, que es superinteresante ;D
¿En qué consiste la educación social y emocional?
Es muy difícil explicar de forma breve un concepto como la educación social y emocional. Podría decirse que la educación emocional y social es una innovación educativa que responde a necesidades individuales y sociales no atendidas en las materias académicas ordinarias. Los objetivos de la educación social y emocional son el desarrollo de competencias como: la conciencia y autogestión emocional, la autoestima, las habilidades sociales, la empatía, habilidades de vida y bienestar.
Como profesional que 3 beneficios destacarías (que sepáis que con esta pregunta hicimos que pensara mucho, mucho... porque es muy difícil decantarse tan sólo por tres)
¿Sólo 3? Por destacar algunos:
Adquirir un mejor conocimiento de las emociones propias y de los demás.
Desarrollar la habilidad de gestionar las propias emociones: prevenir los efectos perjudiciales de las emociones negativas y generar emociones positivas.
Aumento de las habilidades sociales y de las relaciones interpersonales satisfactorias.
Por extensión, además, los alumnos de educación emocional y social muestran resultados como:
Disminución en el índice de violencia y agresiones.
Menor conducta antisocial o socialmente desordenada.
Mejora del rendimiento académico.
Disminución en la iniciación al consumo de drogas (alcohol, tabaco, drogas ilegales).
Mejor adaptación escolar, social y familiar?
¿Qué te motivó a dedicarte a esto?
Siempre me atrajo el mundo de la infancia. Desde que entré en el colegio, con 4 años, quise ser ?Profe de parvulitos? e imitaba a mi maestra en casa, jugando con mis muñecos. En el mundo de la Educación Emocional y Social decidí adentrarme tras años trabajando en escuelas infantiles, donde vi que, a pesar de que se supone que la educación debe favorecer el desarrollo integral del niño, comprobé que en la mayoría de las escuelas se trabajan sólo los aspectos cognitivos y motor, dejando a un lado el mundo afectivo, emocional y social, fundamentales para el ser humano.
¿Porqué crees que es importante educar a los niños de este modo?
Porque los niños de hoy? son los adultos del mañana. Está demostrado que los niños que reciben educación emocional y social son más felices. ¿Existe alguna razón para no hacerlo? Además, como ya he dicho, creo que es responsabilidad del maestro desarrollar al máximo todas las capacidades del niño, no limitarse a impartir datos y examinar después. El alumno es el protagonista de su propio aprendizaje y así debe sentirse, no es un mero receptor de información.
En tu camino profesional ¿qué es lo que te ha resultado más fácil y qué dificultades te has encontrado?
Lo más fácil es el trato con los niños. Es increíble? con ellos aprendes algo nuevo cada día. Además, ¿en qué otra profesión te abrazan, te besan y te sonríen cada día?
Lo más duro es hacerse un hueco en el mercado laboral. Mucha gente todavía no conoce los beneficios de la Educación Social y Emocional, o no le da el valor que se merece.
¿Cuáles son las emociones más difíciles de trabajar?
No creo que haya unas emociones en concreto que sean más difíciles que otras, sino que dependen del entorno y situación particular de cada niño. A unos les cuesta controlar la ira, otros pueden sentirse invadidos por la tristeza, otros el miedo? También es importante recordar que la gestión emocional se debe realizar con todas las emociones, no solo las consideradas ?negativas?.
¿Algún consejo rápido para gestionar nuestras emociones?
La técnica del semáforo es una de las técnicas empleadas para que los niños aprendan a gestionar sus emociones. Se trata de aplicar el funcionamiento del semáforo para enseñar al niño a que aprenda a gestionar sus emociones. Si trasladamos estos colores y lo que representan a un ataque de ira o a una rabieta, los niños aprenden a gestionar sus emociones como si de un juego se tratara. Para ello, es necesario asociar los colores del semáforo con las emociones y la conducta:
ROJO: DETENERSE . Cuando no podemos controlar una emoción (sentimos mucha rabia, queremos agredir a alguien, nos ponemos muy nerviosos?) tenemos que pararnos como cuando un coche se encuentra con la luz roja del semáforo.
AMARILLO: PENSAR . Después de detenerse es el momento de pensar y darse cuenta del problema que se está planteando y de lo que se está sintiendo.
VERDE: SOLUCIONARLO . Si uno se da tiempo de pensar pueden surgir alternativas o soluciones al conflicto o problema. Es la hora de elegir la mejor solución.A nosotras nos parece que es un tema muy interesante, pero nos dio tiempo a profundizar más por lo que si quereis saber más sobre Belén y su proyecto (que llevará a las aulas este Otoño) no dejeis de visitar su Blog o contactar con ella.