A esto hay que añadir que se trata de un compuesto químico de naturaleza insípida e inodora por lo que no podemos detectar organolépticamente qué alimento la contiene.Los principales portadores de la toxina son los moluscos que se alimentan por filtración (mejillones, vieiras, almejas) aunque también la podemos encontrar en especies marinas como la anchoa.Los síntomas asociados a la intoxicación comienzan entre los 30 minutos y las 24 horas después de haber consumido el alimento contaminado:
Intoxicación leve:
Nauseas ligeras
Dolor de cabeza
Vómitos
Diarreas y calambres musculares
Intoxicación severa:
Pérdida de equilibrio
Confusión
Perdida permanente de memoria
Llegando a provocar el coma y la muerte por parada cardiorespiratoria.
No se conoce antídoto para esta toxina y las lesiones que provoca resultan irreversibles. En caso de intoxicación el paciente debe ser hospitalizado hasta que comience su expulsión por vía renal (12 horas después de la fase crítica), por lo que especialmente los síntomas son más severos en ancianos, niños y pacientes con deficiencia renal.