Aquella persona que incursiona en el mundo del vino comienza a descubrir terminología nueva que no siempre le queda claro que significa.
Por eso hoy te hablamos de los antocianos, que son compuestos fenólicos, pigmentos que se encuentran en la naturaleza, en las hojas, las flores y en los frutos, cómo las uvas en cuyas pieles es donde están estos pigmentos. Son los responsables del color de los vinos tintos. La mayor parte de antocianos pasa a los mostos y vinos durante la maceración, muchas veces se realiza antes de la fermentación o en otras ocasiones en el mismo momento.
La palabra antocianos o también llamados antocianinas deriva del griego (anthos ‘flor’ y kyáneos ‘azul’). Este término fue propuesto en 1927 por el farmacéutico alemán Adolf T. Lewandoski (1804-1881) para explicar el pigmento azul de la col lombarda (Brassica oleracea).
Desde el punto de vista químico, las antocianinas pertenecen al grupo de los flavonoides que están unidas a moléculas de azúcar. Además son las encargadas de proteger a las plantas de la radiación ultravioleta y de la atracción de insectos.
Otro dato importante es que sirven para determinar la variedad de un vino. Mediante análisis químicos que pueden especificar la variedad de antocianos que incluye el líquido se descubre si la cepa que indica la etiqueta es la que tiene el vino..
Los antocianos aportan importantes beneficios al organismo brindando propiedades terapéuticas, antioxidantes y contribuyen al mejor funcionamiento del corazón.
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¡Qué tengas un día muy emprendedor!
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