Momentos de conexión

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¿Cuando disfrutas más tus alimentos,

cuando estás únicamente contigo mismo, concentrado en lo que hay en tu plato (o tal vez en las redes sociales) o cuando hay alguien compartiendo la mesa? 

Creo que ambas experiencias tienen su encanto, puedes aprender en cualquiera de las dos situaciones. Estando solo o sola con tu plato, tienes la oportunidad de concentrarte en el viaje que te ofrecen los sabores, los colores, las texturas, los aromas de lo que cocinaste o que alguien mas preparó para ti. 

Puedes aprovechar también para meditar en lo rico y nutritivo de cada alimento que tienes frente a ti, del proceso que recorrió hasta convertirse en ese bocado que estás a punto de probar y de lo bendecido que eres por tenerlo y lo agradecido que estás por ello. 

Por otra parte, si acostumbras comer con alguien más, hay mucho más que lo que consumes de tu plato (que no es menos importante), son momentos de Conexión, de comunión de unión. O por lo menos así debería ser, no porque lo diga yo, sino porque es algo intrínseco de la humanidad. ¡Cuánta tinta ha sido derrochada en letras detallando los sentimientos que podemos compartir a través de  los alimentos! Uno de mis libros favoritos que hablan maravillosamente sobre esto es: Como agua para chocolate, de la talentosa pluma de Laura Esquivel. ¡Cuántos sentimientos y emociones vibrantes descritos y compartidos!

Tal vez pueda sonar repetitivo y ojalá no aburrido, pero qué importante es compartir los momentos alrededor de la mesa, ¡Cuánto podemos alejarnos o acercarnos a nuestros seres amados en esos momentos tan íntimos y sublimes! 

¿Recuerdas un momento especial con alguien en una ocasión en particular cuando estaban comiendo? ¿Cuál era la hora aproximada? ¿Y qué estaban comiendo? ¿De qué hablaban? Tal vez hasta recuerdes el clima que hacía, ¿era frío o cálido? ¿Verdad que recuerdas la conexión especial de esos momentos?

¡Cuántas historias bonitas alrededor de una mesa! ¿Cual es la tuya? Seguro te sacó una sonrisa pensando en ese momento. Lo mejor de todo, es que aún tenemos muchas oportunidades para seguir creando conexiones especiales a través de los alimentos maravillosos y divinos, sea simple o muy elaborado lo que haya en tu plato, disfrútalo de manera consciente y crea lazos más fuertes y estrechos con quien sea que los comparta contigo o con quien tú los compartas. El caso es siempre decir:

Buon Appetito!

Angelus Cucinare.

Con cariño para Ti.