Siempre digo que tienen que durar para los desayunos de toda la semana, pero nadie me hace caso y cuando me doy cuenta, no queda ni una.
Estos muffins de canela quedan muy esponjosos, la mezcla de canela y vainilla les aporta un sabor y un aroma que inundan la cocina. Hasta ahora los había horneado en cápsulas de magdalenas, pero en estas tulipas quedan tan bien, y con el tamaño perfecto para comer sólo uno, que sin duda los repetiré.
INGREDIENTES: (PARA 12 MUFFINS GRANDES)
240 g. Harina de repostería
9 g. de levadura química
4 g. de bicarbonato sódico
1/2 c/c sal
110 g. de aceite de girasol
120 g de azúcar
1 huevo mediano
1 c/c de esencia de vainilla
1/2 c/c de canela en polvo
130 g. de Buttermilk
Para la cobertura:
1 C/c canela en polvo
90 g de mantequilla fundida
azúcar al gusto
ELABORACIÓN:
Precalienta el horno a 180º C. Prepara un molde de magdalenas con las tulipas o las cápsulas de magdalenas.
En un cuenco, tamiza la harina con la levadura, la sal y el bicarbonato.
En un bol, bate el aceite y el azúcar hasta que estén bien integrados. Añade el huevo y bate , hasta que la mezcla blanquee, incorpora la vainilla y la canela y mezcla bien.
Agrega la mitad de la harina y mezcla hasta que se integre bien, añade la mitad del buttermilk y mezcla. Repite con el resto de la mezcla de harina y el resto del buttermilk.
Rellena 3/4 partes de la tulipa. Hornea a 180º C durante 20-25 minutos. Deja reposar 5-10 minutos en el molde fuera del horno.
Saca las tulipas del molde y deja enfriar sobre una rejilla.
Para la cobertura, funde la mantequilla, con ayuda de una brocha de silicona la parte superior de cada uno de los muffins, espolvorea con una mezcla de azúcar y canela en polvo.
Mis trucos:
Para el Buttermilk, mezcla 130 g. de leche templada con 1 cucharadita de zumo de limón y deja reposar 10 minutos.
Es importante dejarlos enfriar sobre una rejilla, para que la parte de abajo no se humedezca con el vapor del molde.
Aguantan muy tiernos 3-4 días, que es lo máximo que nos han durado.