Hacer un unicornio es mucho más fácil de lo que parece... y son tan bonitos!!!!! Como veis a este pastel con volantes y mucha purpurina comestible lo coronamos con un unicornio, que ahora mismo os explico cómo se hace:
Para hacerlo utilizamos fondant blanco con un poquito de CMC para que cuando se seque quede un poco más rígido y no pierda la forma. Comenzamos por hacer una bola que aplastamos rodando para hacer una figura con forma de cono, que será el cuerpo del unicornio.
Para hacer las patas traseras debemos hacer dos formas como las de esta foto, como dos jamones, a los que marcamos los cascos, y unimos al cuerpo con un poco de agua o de pegamento comestible.
Las patas delanteras son dos cilindros de la misma altura que el cuerpo, a los que marcamos los cascos y aplastamos un poco a la altura de los "hombros" para unirlos al cuerpo.
Para la cabeza hacemos otro cono, como el cuerpo, pero un poco más pequeño. Le marcamos el morro, los orificios nasales y los ojos, con sus pestañas y todo.
Para unirla al cuerpo, no solo ponemos agua o pegamento comestible, sino que además introducimos un palillo, que nos asegurará que la cabeza no se caiga.
Para hacer las orejas, formamos dos pequeñas bolitas que aplastamos ligeramente con un bolillo, para darle la forma triangular y cortamos luego por la parte más gruesa.
Finalmente unimos las orejas y en medio de ellas ponemos un cuerno, que no es más que un pequeño cono que pintaremos de color dorado. También hacemos dos pequeñas bolitas de color negro que pegaremos en los orificios que habiamos hecho previamente para los ojos.
Y ahora pasamos a darle color: no necesitaremos mucha cantidad, pero nos harán falta unos cuantos colores, con los que haremos pequeños churritos que luego enrollaremos para hacer tanto las crines como la cola del unicornio.
Y así es como queda una vez le pegamos todos los pelos uno a uno. Podemos ponerlo, como hice en este caso sobre un disco de fondant con CMC que nos facilite moverlo y depositarlo sobre el pastel, una vez lo tengamos hecho.
Y solo nos queda depositarlo sobre el universo de purpurina con volantes que le hemos hecho en el pastel.
Pero lo mejor de todo es ver el amor con el que un pastel como este es recibido