Este año he querido hacer unas rosquillas muy aromatizadas. Si te gusta el anís, esta es tu receta.
El truco para que te duren una semana tranquilamente es bañarlas en almíbar y guardarlas en una caja metálica bien cerrada. Con los días ganan en sabor.
Para mi gusto están muy dulces pero es que soy muy sosa en cuestión de dulces. Soy más de salado. A mi marido le encantan así, vamos, como a todos los que os guste mucho el dulce.
Queda una textura muy tierna que a simple vista si no lo rebozas en azúcar, parece que estuvieran grasientas pero es por el almíbar.
Yo utilizo siempre AOVE pero puedes freírlo con aceite de girasol.
Para conseguir un sabor y aroma tan aromatizado lo ideal es infusionar los ingredientes líquidos de la receta un día antes y guardarlo en la nevera. Al día siguiente habrá intensificado en sabor.
Espero que disfrutes mucho estos días.
Aquí te dejo la receta.
Aromatizar los líquidos
Forma bolitas de unos 25 gramos
Fríe en abundante AOVE
Retira sobre papel absorbente y sumerge en el almíbar. Seguidamente, coloca sobre una rejilla 5 minutos y reboza en azúcar blanquilla (opcional)
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