Tenía que hacerlo, si o si, le tenía muchas ganas a este cheesecake.
Para que os hagáis una idea también llamado Cotton cheesecake, de lo esponjoso que es, con una textura algodonosa súper suave.
¿Qué como lo se? Pues hacéis bien en preguntarlo porque yo estoy a dieta y o lo he catado.
Como lo oís, he tenido el santo valor de hacerlo y no probarlo.
Peeeero, una que ya tiene muchos tiros pegados en esto de la repostería, sabe cuando algo ha funcionado.
En primer lugar la textura es mágica y lo podéis apreciar mejor en la foto cenital esponjosa y muy flexible.
En segundo lugar si lo llevas a un desayuno con unas 15 personas y no quedan ni las migas, es que está muy muy bueno.
Y luego, en tercer lugar, una tiene su comité de catadores, que sabes que no te van a mentir, o sea tus hijas adolescentes y tu marido, que si algo no está bueno son los primeros en cantar
Este Cheesecake japonés va en honor de esas personas que “no son de dulce” que por raro que parezca existen, ya que no es nada dulce y nada pesado.
La combinación de las grosellas y las frambuesas fue un acierto total, ese toque acidito de la fruta le va de perlas a este cheesecake japonés.
Mis consideraciones:
- No es un cheesecake difícil de hacer, así que es apto para principiantes y para algún torpe que halla por ahí también.
- Pon papel abajo, en la base, pero no lo pongas en los lados, o bien yo soy muy torpe y no se poner el papel alrededor o no va bien, porque se me arrugó el papel y me arrugó un poco el cheesecake cosa que me da mucha rabia, pero bueno eso es solo estético y no me iba a cortar las venas por eso, pero ganas me daban. Engrásalo bien y luego pasa una espátula para desmoldar.
- Si usas un molde desmoldable forra la base con tres o cuatro trozos de papel de aluminio para que no entre el agua.
- Este cheesecake se arruga al enfriar y se viene un poquito abajo es completamente normal, no os cortéis las venas si esto ocurre.
- Puedes poner en la receta una cucharadita de esencia de vainilla si te apetece.
- Cuanta más calidad haya en los ingredientes mejor será el resultado, si puedes usa huevos de gallinas felices.
- Los frutos rojos de la decoración es opcional pero es una combinación maravillosa, pero puedes poner solo azúcar glas. Lo del macaron, ya sabéis que es deformación profesional.
- Este Cheescake japonés recién hecho tiene una textura maravillosa, pero al día siguiente tiene muchísimo más sabor. Lo dejo a tu elección.
La receta es del blog del Comidista.
INGREDIENTES:
Para un molde de 20 o 22cm
250 de queso crema
6 huevos grandes, separadas las claras de las yemas
140 de azúcar glas a ser posible hecha en casa con la Thermomix o un molinillo
60 de mantequilla
100ml de leche
60gr de harina para repostería (no bizcochona, sino la especial para repostería)
20gr de Maizena
la ralladura de uno o dos limones
¼ de cucharadita de crémor tártaro o 1cucharadita de zumo de limón.
Una pizca de sal
ELABORACION:
Precalentar el horno a 180 grados calor arriba y abajo SIN VENTILADOR
Engrasamos bien el molde y le ponemos en la base un disco de papel.
Calentamos una olla con agua y cuando hierva la apagamos, encima ponemos un bol donde vamos a trabajar el queso y la mantequilla hasta que la mezcla sea homogénea.
Añadimos la mitad del azúcar, las yemas y la leche y batimos bien, por último incorporamos la sal y la ralladura de limón.
Agregamos las harinas, que habremos tamizado, en dos tandas asegurándonos de que se incorpora bien.
Batimos las claras en el bol de la batidora, cuando veamos que empiezan a espumar añadimos o el cremor tártaro o el zumo de limón, cuando las claras empiecen a montar añadimos el resto del azúcar glas, los 70gr que nos restan, seguimos batiendo a velocidad alta y paramos cuando el merengue al levantar las varilla haga picos blandos, es decir, que el pico se vence y no queda recto.
Llega el momento de incorporar las claras a la mezcla de yemas, lo hacemos en varias tandas hasta que veamos que están completamente incorporadas, pero con movimientos envolventes para que no se nos desmonten mucho.
Ponemos en el molde la masa, y horneamos al baño María, para ello ponemos nuestro molde dentro de otro más grande para poder poner agua caliente hasta un tercio de la altura del molde.
Horneamos durante 20 minutos a 180 grados, pasado este tiempo horneamos 15 minutos a 160 grados, para saber que está podemos pincharlo con una brocheta como los pasteles tradicionales y si sale limpio es que está.
Cuando comprobemos que el Cheesecake japonés está hecho apagamos el horno y lo dejamos dentro una media hora, pasado este tiempo le abrimos la puerta al horno y dejamos que se enfríe completamente, un par de horas.
Desmoldamos, espolvoreamos con azúcar glas y decoramos con frutos rojos o con lo que se nos ocurra.
Espero que lo hagáis y lo disfrutéis porque es simplemente maravilloso.
Si tenéis dudas ya sabéis que estoy encantada de responderos aquí o en mis redes FB o IG.
Como siempre os dejo el verdadero pedacito de cielo:
“Gracias a ti, estaré lleno de alegría; cantaré alabanzas a tu nombre, oh Señor” Salmo 9:2
Se os quiere