Ya sabemos (o deberíamos saber) que la mayor parte de nuestras ingestas (al menos en comida y cena) debería estar compuestas por verduras y hortalizas. Como os dije en mi anterior entrada, ahora como en el trabajo y como mi estrategia para cumplir con este punto siempre ha sido además de incluir verdura en cantidad en el plato principal, tomar una guarnición o primer plato a base de verdura, estoy buscando alternativas que se salgan de la típica ensalada y que sean fáciles de transportar.
La receta que os traigo hoy cumple con ambas premisas. Se trata de unas berenjenas asadas marinadas en un delicioso chimichurri. Según la Wikipedia, el chimichurri es una “salsa de consistencia líquida, muy condimentada y cuyos ingredientes fundamentales son perejil, orégano, ajo, vinagre, ají molido y un poco de sal. Este es un aderezo típico en Argentina, Paraguay y Uruguay, y se cree que se originó en estos países”.
A este chimichurri lo llamo “chimichurri de Leo” en honor al amigo que me descubrió esta receta por la cual le estaré eternamente agradecida. Además de para marinar verduras (con coliflor queda ideal), lo utilizo para acompañar a los choriveganos e incluso para la pizza, con la cual considero que combina perfectamente. También es ideal para patatas asadas o hervidas.
Ingredientes:
4 o 5 berenjenas
2 dientes de ajo picados
Un puñado de perejil fresco picado
2 cucharadas soperas de orégano
2 cucharadas soperas de pimentón (dulce o picante o mezcla de los dos)
1 cucharadita de sal
1 vaso de aceite de oliva virgen extra
1 chorro generoso de vinagre
Preparación:
Se lavan las berenjenas y se introducen en el horno a 200 grados. No hace falta pincharlas con un tenedor ni nada.
Para el chimichurri mezclamos todos los ingredientes en un cacito y lo llevamos a ebullición. Nada más hervir, se aparta del fuego y se conserva en un frasco de cristal bien tapado que guardaremos en la nevera. Es necesario dejar reposar al menos un par de días el chimichurri para disfrutarlo en todo su esplendor, pero sinceramente, yo no soy capaz de esperar tanto.
Una vez tengamos nuestras berenjenas bien frías y nuestro chimichurri reposadito, las pelamos y las troceamos a tiras. Las bañamos en el chimichurri y dejamos reposar. Se pueden comer frías o (mucho mejor) del tiempo.
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