Las frutas y verduras son uno de los alimentos que más nutrientes aporta a nuestro organismo, de ahí que los especialistas recomienden tomar cinco raciones diarias para mantener una buena salud. A cualquier edad y en cualquier momento del día, una pieza de fruta resulta regeneradora y saciante, ayudándonos a mantener la línea sin pasar hambre y disfrutar de una vida sana.
El mercado español está incluyendo en su oferta una gran variedad de frutas que no son las que todos tomamos con frecuencia: la guayaba, la papaya o el mango son algunas de ellas. Esta última, llegada desde el sur del vecino continente africano, ha deslumbrando a los paladares más curiosos y se ha hecho un hueco en la elaboración de nuevas recetas propias de la gastronomía más innovadora. Conoce todos los beneficios que tiene para ti y disfrútalo en un gran número de platos.
Del árbol a la tienda
El mango es el fruto del árbol del mismo nombre. Éste, aunque originario de países asiáticos, como India, donde se cultivaba desde hace más de 4.000 años, se ha extendido por una amplia diversidad de zonas tropicales y subtropicales en las que se dan las condiciones climáticas y edafológicas perfectas para su cultivo. Tanto es así que, existen más de 1.000 variedades distintas de mango a lo largo y ancho de la corteza terrestre. La llegada de esta fruta al mundo occidental se produjo de la mano de Alejandro Magno en el año 327 a.C., cuando conoció un huerto en el valle del Indo.Para obtener una buena cosecha las plantaciones necesitan temperaturas altas y secas. Cuando la planta haya alcanzado los 4 ó 5 años de edad empezará a dar frutos, antes sólo veremos árboles verdes que llegan a medir 18 m. de altura.
La recolección del mango ha estado siempre marcada por la distancia. Los largos viajes que debe realizar para llegar a los mercados internacionales y la imposibilidad de conservarlo en cámaras frigoríficas, ya que pierde sus nutrientes y su sabor, ocasiona que se recojan aún verdes. Aunque podemos encontrarlo durante todo el año, la exportación no se realiza ha gran escala por las dificultades de transporte y conservación.
Por todo ello, cuando acudimos al mercado debemos solicitar mangos que hayan alcanzado un color amarillo o naranja, incluso algo rojizo, desechando aquellos que aún estén verdes o que tengan la cáscara negruzca, signo inequívoco de que están pasados. Al tacto, estarán algo blandos y desprenderán un agradable aroma.
El mango no soporta las bajas temperaturas, por lo que una vez en casa lo conservaremos a temperatura ambiente. Sólo lo podremos poner en la nevera si queremos consumirlo fresco y nunca más de los minutos necesarios para que se enfríe.
Y en tu mesa...
Como fruta que es, el consumo típico del mango se realiza en crudo, pero acepta otras elaboraciones más complejas y acompañadas de otros alimentos. Por ejemplo, triturado junto con un poco de leche tendremos un delicioso y nutritivo batido. Añadido a otras frutas o sólo, podemos preparar dulces zumos para tomar en cualquier momento del día. Además, participa en uno de los platos estrella de la comida: las ensaladas, un toque tropical para una de las recetas mediterráneas más tradicionales.Si aún está verde, hay quien lo cuece como si de una verdura se tratara y lo consume sazonado. Si se acompaña de miel y se asa durante unos minutos, además de tener un alimento muy dulce y nutritivo, tendremos un magnífico expectorante. Con queso o añadido al yogur, son otras formas muy sencillas de disfrutar del mango.
Ganarás en salud
Esta fruta contiene una elevada cantidad de agua y de glúcidos, sus dos componentes más destacados. Pero también aporta minerales como hierro, calcio, fósforo, potasio y sodio. Los mangos que aún no hayan alcanzado la madurez serán ricos en vitamina C, mientras que los listos para tomar contienen vitamina A, de todas las frutas, esta es la que ofrece la cantidad más alta de beta carotina. Ambos tipos, aportarán grandes dosis de ácido fólico.Gracias a sus nutrientes, el mango es un gran aliado ante la prevención de patologías relacionadas con la piel, la mucosa o la vista. Además, se recomienda a pacientes que sufren anemias o afecciones en la sangre. Su bajo contenido de grasas y calorías lo convierten en uno de los protagonistas en las dietas de adelgazamiento e hipertensión. A pesar de que las cantidades de fibra que contiene no son muy elevadas, regula el funcionamiento gastrointestinal.
Algunas recetas con mango
Ensalada de mangoCamarón al mango
Arroz dulce con mango