Galletas de jengibre
¡Hola de nuevo mis reposter@s! ¿Qué tal lleváis estas fechas de excesos en general? Seguro que muchos se desesperarán con los peques cuando empiecen las vacaciones en el cole.Y es que con el frío y las vacaciones a veces no sabemos que hacer con ellos, pero hoy os traigo un plan que no podréis rechazar, pues os aseguro un par de horas en el que se portarán como unos angelitos.
A los peques les encanta mancharse las manos haciendo galletas, cortándolas de las formas que más les gusta y sobretodo comiéndose al final el resultado. Así que tomad nota porque aquí vienen estas graciosas galletas de jengibre. Podéis hacerlas amasando a mano pero es aconsejable disponer de un robot amasador.
Ingredientes:
500 gramos de harina de trigo
250 gramos de mantequilla fría cortada a cubitos
2 huevos tamaño M
150 gramos azúcar panela o bien azúcar moreno molido
100 gramos de miel
1 cucharadita de canela
1 cucharadita de jengibre en polvo
1/2 cucharadita de nuez moscada
Glasa real para decorar:
1 clara de huevo pasteurizada (MUY importante que sea pasteurizada)
300 gramos de azúcar glas
Unas gotitas de zumo de limón
Colorante alimentario (opcional)
Manga pastelera con boquilla redonda pequeña nº1 o nº2
Preparación:
Lo primero que haremos será blanquear el azúcar con la mantequilla. Una vez lo tengamos listo añadimos la miel y los huevos uno a uno, no añadiendo el siguiente hasta que el anterior esté bien integrado.
A continuación añadimos a cucharadas la harina tamizada junto con las especias, y en el momento que acabéis con la harina, dejáis de batir y termináis de integrar con espátula hasta que no queden restos de harina.
Lo siguiente que haremos será estirar esta masa entre dos papeles de horno con ayuda de un rodillo, dejándola a un grosor aproximado de 0,5 cm. Una vez estirada llevamos a enfriar unos 30-40 minutos a la nevera (vaaaleeee o 15 minutos al congelador). Una vez lista vamos cortando nuestras galletas con los cortadores que más nos gusten. En mi caso he usado el típico muñeco de jengibre y otro con forma de estrella pero podéis usar el que tengáis, luego ya los decoraréis navideños. Con el sobrante de masa lo que os digo siempre, nueva bola, a estirar, a enfriar y a cortar.
Horneamos a 170º durante unos 12-15 minutos, con cuidado de que no se quemen, es preferible que se queden pelín blandas, pues al enfriar terminan de endurecer.
Para decorar podéis usar glasa real como en mi caso, pero podéis usar chocolate, sprinkles, virutitas, crocanti…o dejarlas tal cual, que están tremendas.
Para hacer la glasa, mezclamos la clara pasteurizada (súper importante ¡por favor! para evitar posibles intoxicaciones por el huevo crudo, y consumir en un máximo de 3 días) junto con el azúcar glas tamizado y las gotitas de zumo de limón. Podéis añadir aroma alimentario y/o colorante. La textura debe quedar como de pasta de dientes. Una vez lista la pasamos a una manga pastelera con boquilla fina y comenzamos a decorar nuestras galletas, sujetando la manga en posición vertical en todo momento y dejando que caiga el hilo de glasa por el contorno de la galleta. Si no sois unos expertos en manga pastelera o la glasa real no os emociona podéis saltaros este paso y decorarlas con chocolate derretido por ejemplo, o simplemente mojarlas en la leche o en el café.
No me digáis que no quedan cucas estas galletas, y el aroma que queda en toda la casa es…sencillamente sublime. Os las recomiendo para hacer con los niños, se volverán locos y estarán la mar de entretenidos, yo tengo dos ayudantas de lujo, la una prepara y la otra come, ¡viva el trabajo en equipo! Abrazos a todos y a disfrutar de estos días.
Andrea