Los carnavales, el recinto medieval, el Quadis musulmán, el puerto , el teatro falla o sus numerosas y abiertas plazas son motivos suficientes para visitar esta ciudad abrazada por el Atlántico. A ellos se le suma la variada gastronomía gaditana, y es que disfrutar de un plato de pescaito frito en playas con tres milenios de historia y desembarcos es un placer irrenunciable.
Sin embargo, cometeríamos un grave error si nos quedamos en el chiringuito y reducimos nuestra dieta a los productos del mar, ya que nos perderíamos platos servidos en el interior de la ciudad que, aun no siendo tan conocidos como los servidos en la playa, no son menos sabrosos.
Pescaito... y carne
El gazpacho o el arranque roteño, constituyen una buena elección, en especial en los días de más calor. Las ortiguillas son otro platillo que también merece la pena. Son una especie de algas que se alimentan de moluscos y plancton marino. Generalmente se rebozan o se fríen y se acompañan de lechuga u otros vegetales de tierra firme. Cabe resaltar también la típica tortillita de Camarones, y las papas aliñás con ajo y aceite.
No se puede abandonar Cádiz sin haber comido un plato de pescaito frito, manjar gaditano que es símbolo de su gastronomía. Se pueden encontrar pescados y mariscos de esteros, especies que se encuentran en zonas acomodadas por el hombre que tienen un elevado índice de salinidad (lenguados, lisas, doradas, róbalos o lubinas, y anguilas) y de roca (pargo, urta, dorada..., por lo general de la bahía de Cádiz), el cazón en adobo (conocido como bienmesabe) o el atún de almadraba, llamado así por la técnica que se emplea para su pesca.
En cuanto al marisco, gozan de gran popularidad los langostinos, camarones, quisquillas, bocas de la isla, cangrejos coñetas, ostiones, almejas, coquinas, muergos, gambas de Sanlucar, chocos o sepias, chopitos y puntillitas.
Si bien en Cádiz destacan los platos de mar, hacia el interior se pueden encontrar suculentas recetas de cerdo, de cordero típico de la sierra, de caza menor, de productos de volatería, y de carne de vacuno, ya sea con patatas, como filete o en puchero, chicharrones, etc.
Fino de Jerez
Más que un producto, el Vino de Jerez representa la cultura de un pueblo, una manera de entender la vida, un legado transmitido de generación en generación.En las bodegas de Cádiz es donde se crían, almacenan y envejecen vinos como el Abocado (vino de Jerez, seco y dulce), el Amontillado, el Fino y la Manzanilla. Los más conocidos son el Fino Jerezano, seco y de color pálido, y el Manzanilla de Sanlúcar, muy aromático, ambos están entre los mejores vinos del mundo y son ideales para acompañar cualquier plato de marisco típico de la ciudad.
Repostería Gaditana
Si aun tenemos un hueco en el estómago, y como no sólo de sal vive el hombre, la tacita de plata cuenta con un par de dulces característicos que seguramente hagan las delicias de los más golosos: El Aljafor y el Turrón de Cádiz. El primero está elaborado con almendras, avellanas, miel, canela, cilantro y clavo. Tiene forma cilíndrica y esta cubierto de azúcar y canela. El segundo se compone de dulce de mazapán relleno de trozos de fruta y cabello de ángel. Otros dulces propios del lugar son los Pestiños y los Currusquillos de canela.Todo eso y más nos espera en Cádiz, un lugar donde disfrutar de ricos pescados y mariscos e ideal para tomar unas sabrosas tapas o probar gustosos guisos de carne, lo cual sumado a la hospitalidad de sus gentes y a la belleza de sus playas nos da como resultado un excelente destino gastronómico.
Recetas:
Cazón en adobo
Pestiños
Tortillitas de camarones
Chopitos
Reportajes recomendados:
Vinoble 2006; Los mejores vinos, en Jerez
Comer en Andalucía
El Gazpacho