La higiene en la cocina debe ser una de las estancias más limpias y ordenadas de una casa, puesto que allí se manipulan los alimentos que son consumidos por todos los miembros de la familia. El Instituto Silestone, conocedor de la importancia de esta higiene, ha realizado un estudio sobre este tema, cuyas conclusiones han salido recientemente a la luz. Éste, como nos explican desde el Instituto, ha servido "para obtener más información sobre los conocimientos que tienen los ciudadanos en temas de seguridad alimentaria e higiene en la cocina, así como saber cuáles son sus preocupaciones e intereses en estas materias".
El Instituto Silestone para la Higiene en la Cocina (ISHG) tiene como principal labor divulgar unos hábitos de higiene en la cocina correctos, con el fin de poder prevenir infecciones. Como apuntan los expertos, "no se trata de esterilizar el medio en el que vivimos, sino de reducir la cantidad de agentes patógenos que en él existen, de modo que no resulten perjudiciales para nuestra salud ni para la de aquellos que nos rodean".
¿Qué es higiene en la cocina?
Más o menos, todos nos hacemos una idea de lo que consideramos la higiene en la cocina. En general, lo atribuimos a una limpieza estricta o a una correcta conservación de alimentos. El Instituto Silestone va más allá: "no sólo comprende la higiene como sinónimo de limpieza, sino que abarca otros conceptos". Algunas de estas áreas a las que se refieren son el diseño y disposición del espacio, la ubicación y utilización de electrodomésticos, la humedad, los animales de compañía y los residuos orgánicos e inorgánicos, entre otros muchos elementos.
La mayor parte de las personas entrevistadas para el estudio coincidieron en considerar la higiene en la cocina como "limpieza, desinfección y orden". Utilizar desinfectantes y antigrasas, así como mantener limpios y ordenados los utensilios de cocina son algunas de las formas que se consideraron perfectas para conseguir esos tres puntos. Los términos 'salud' y 'prevención' también fueron muy empleados por los encuestados. Así, comentaron la importancia que tiene, por ejemplo, cambiar a diario los paños de cocina o mantener el cubo de la basura siempre tapado.
Las zonas críticas
Dentro de la cocina, existen distintas zonas que hay que cuidar especialmente en lo que respecta al mantenimiento y limpieza, pues son focos de contaminación. El Instituto Silestone destaca las siguientes:
Despensa: debe ser un lugar fresco, seco y ventilado.
Nevera y congelador: es importante su limpieza periódica, sin olvidarnos de los tiradores.
Utensilios: es aconsejable lavarlos cada vez que los empleemos. Dentro de ellos, destacan también los paños de cocina.
Superficies: en ellas, como manipulamos diferentes alimentos, se producen lo que los expertos denominan "contaminaciones cruzadas". Hay que limpiarlas y secarlas muy bien.
Zona de residuos: el cubo de basura ha de estar siempre tapado y debe desinfectarse y lavarse periódicamente.
Otros: no podemos pasar por alto la limpieza del suelo, de la campana, de los techos o incluso de los interruptores de la luz.
Una de las cuestiones que más sorprendió a los entrevistados es saber que los tiradores de los armarios y del frigorífico son uno de los principales focos de acumulación de suciedad. Es más, sólo una pequeña cantidad de los encuestados "considera neces
ario hacer un chequeo diario a la nevera y el congelador", nos explican los especialistas. Algunos de ellos también se asombraron "por la facilidad de acumulación de microorganismos que puede darse en el fregadero". La mayoría pensaban que se acumulaba más suciedad en el lavabo que en esa zona de la cocina.
Como podemos observar, la limpieza en la cocina es indispensable para conseguir proteger la salud de toda la familia. Hay que prestar atención a todo, no sólo a la conservación de los alimentos, sino, también, a aquello que usamos para cocinar y a todo lo que nos rodea cuando lo hacemos, porque nuestras manos "contaminadas" cogen utensilios, abren muebles y encienden botones.