Cocinar ha sido a lo largo de los siglos una forma de tratar los alimentos para comerlos y, con ello, sobrevivir. Sin embargo, en pleno siglo XXI, cocinar no sólo sirve para comer, sino que es para muchos algo más: una manera de divertirse, relajarse y entretenerse.
Si hace un año, más o menos, se lanzaba la mercado para la Nintendo DS ‘Cocina conmigo, ¿qué preparamos hoy?', una aplicación (un juego, en sí, no es) con infinidad de recetas explicadas para que el más novato pudiera enfrentarse a los fogones, ahora, de manos de los creadores de Wii, se ha lanzado un nuevo producto donde la línea entre cocinar y jugar se ha roto definitivamente.
Éste se llama Crazy Cooking Party. Consiste en una ruta culinaria por distintos países del mundo a través de 30 mini juegos en las que cada jugador tiene que demostrar sus destrezas culinarias para demostrar que es el
mejor chef.
Dicen que garantiza risas y que se amplía el conocimiento de recetas de todo tipo al hacerse un tour por la gastronomía mundial. Lo que ya no queda tan claro es si realmente hace que aprendamos algo a cocinar. Aunque, seguramente, a más de uno y de una, tras jugar al juego, le entrará el gusanillo y quizás decida lanzarse a la siempre interesante, real, y nada aburrida tarea de crear en la cocina.