Esta receta se la dió mi tía Angelinos a mi madre y ella la hacía en las ocasiones especiales, antes no era habitual hacer a diario postres, al menos en mi casa.
Era mi postre favorito y mi madre me lo hacía en mi cumpleaños. Me encantaba. Yo tenía un perrito, un pequinés, que le encantaba todo lo dulce, tampoco sabíamos en aquella época lo malo que era para los animales comerlo, y siempre que se hacía el pastel en casa, le dábamos un trocito. Él se sentaba a la puerta del horno, desde que empezaba a oler a dulce y ya no se separaba hasta que mi madre lo sacaba del horno. Por cierto que el pobre se murió casi con 14 años, por lo que me imagino que el dulce que pudo comer en su vida no le hizo mucho daño.
Yo sigo haciéndolo alguna vez, pero cada vez menos, donde sí lo hago es en mis cursos y gusta mucho. Es también muy fácil y por eso os lo recomiendo.
Os paso la receta:
Ingredientes del pastel o puding de coco:
150 gr. de coco rallado
5 huevos
1 bote de leche condensada pequeño
Una medida de leche, (utilizaremos el bote de leche condensada para medir el resto de ingredientes)
Una medida de nata
6 c/s de azúcar para hacer un caramelo para el molde
Chorro de zumo de limón
Elaboración del pastel o puding de coco:
Hacemos un caramelo claro con el azúcar y el zumo de limón.
Cuando lo tengamos hecho lo ponemos en un molde. lo repartimos rápidamente para que no se enfríe y nos resulte más difícil extender.
Dejamos enfriar bien, antes de poner dentro el batido del puding, de esa forma el caramelo se deshace con mayor facilidad.
Batimos los huevos hasta que se mezcle bien clara y yema, pero no en exceso, para no meter mucho aire. A continuación añadimos la leche condensada, mezclamos nuevamente y ponemos la nata, seguimos batiendo y al final incorporamos la leche.
Agregamos el coco y removemos todo bien.
Ponemos la mezcla en el molde caramelizado
Cocemos al baño María unos 45 minutos a 180 º.
Antes de sacarlo comprobamos el punto de cocción introduciendo una aguja, si sale limpia lo tenemos hecho.
Es preferible hacerlo el día anterior al que vamos a comerlo, porque de esa forma el postre toma mayor consistencia y nos resultará más fácil desmoldar, también el caramelo estará más deshecho.
Podemos acompañarlo de nata montada o de un helado, por ejempolo de un helado mantecado.