A estas alturas yo creo que los que me seguís tenéis claro que el limón es mi sabor favorito. Desde niña todo era de limón. Y antes de tener tanta maña en la cocina preparaba siempre un postre preparado, el pastel frío de limón de la marca Royal. Semanalmente lo preparaba hasta que empecé a hacer yo misma otro tipo de postres. Pero siempre he estado buscando una receta parecida que me recordara ese pastel comercial. Ésta es muy parecida a aquella, la más parecida que he hecho, y en casa ha gustado muchísimo. La receta se la vi a Maribel, de Cocina de Reyes.
INGREDIENTES (Yo he hecho la mitad de la receta que Maribel, por lo que si queréis podéis doblar ingredientes y hacerlo más grande) :
50 gr. de zumo de limón
75 gr. de leche condensada
100 gr. de agua
75 gr. de azúcar
1 sobre de gelatina de limón
250 ml. de nata (crema de leche) para montar
Para el caramelo líquido:
4 cucharadas de azúcar
Un poquito de agua
PREPARACIÓN:
Calentamos en un cazo el agua junto con el zumo de limón y antes de que llegue a hervir le añadimos el sobre de gelatina. Removemos bien hasta integrar toda la gelatina. Retiramos del fuego añadimos a un bol junto con la leche condensada y el azúcar. Mezclamos. Dejamos entibiar.
Después montamos la nata (crema de leche) con unas varillas eléctricas. Y una vez montada añadimos con movimientos envolventes a la mezcla anterior. Preparamos en un cazo el caramelo líquido, para ello ponemos al fuego el azúcar y mojamos un poco con agua, dejamos en el cazo hasta que se disuelva y se ponga dorado. Caramelizamos un molde (yo lo he hecho en un bol de cristal con forma de semiesfera) y añadimos con cuidado la mezcla del pastel. Metemos en el frigorífico y dejamos cuajar de un día para otro o mínimo unas cuatro horas. Desmoldamos despegando con un cuchillo las paredes del pastel del molde y poniendo boca abajo, con el mismo peso del caramelo caerá fácil.
Es un postre muy refrescante, ideal para días de calor, incluso en un día lluvioso como el de hoy apetece mucho.