Ponemos a calentar una buena cantidad de agua en una olla grande. El agua tiene que cubrir a los percebes, no tienen que quedar muy amontonados pero tampoco con exceso de agua.
Como habéis visto en los ingredientes, debemos poner mucha sal gruesa (60 g por cada litro de agua), porque debemos reproducir la salinidad del agua de mar. Añadimos además el laurel y dejamos que hierva.
Cuando el agua haya alcanzado el punto de ebullición fuerte, echamos los percebes y esperamos que el agua rompa a hervir de nuevo. Desde ese momento contamos de 30 segundos a 1 minuto, según el tamaño de los percebes, y los colamos.
Servimos inmediatamente cubriendo la fuente con un paño limpio mojado en la misma agua de cocción para que mantengan la temperatura