Presento una receta muy peculiar, sorprendente y novedosa donde las haya. Unos raviolis sin pasta! Siendo el calabacín su perfecto sustituto. Con ello nos beneficiamos de las múltiples propiedades que éste engloba y sin aportarnos casi calorías (100 gr. de calabacín contienen tan solo 15 Kcal.). Cabe destacar la gran cantidad de minerales de este vegetal, como son el fósforo, potasio, magnesio y el calcio. Y por supuesto las vitaminas que nos reporta, vitamina A, B3 y C. Como casi el resto de verduras, posee un alto contenido en fibra, ideal para el correcto funcionamiento de la flora intestinal y para tratar los problemas de gastritis.
Un dato importante a tener en cuenta es que para poder obtener el máximo de sus beneficios, el calabacín no ha de estar pelado y debe ser cocido al vapor o muy ligeramente en la plancha.
En esta ocasión he decidido acompañar el calabacín con un relleno de morcilla dulce para contrarrestar sabores y nutrientes, ya que el calabacín aporta múltiples vitaminas, minerales y cero grasas, frente a la morcilla, donde podemos destacar su aporte en proteínas, hierro, calcio y grasas animales.
Sobre la morcilla decir que es un embutido sin carne, relleno principalmente con sangre coagulada, en su mayoría de cerdo. Es de color oscuro característico. Otros ingredientes que suele incluir son: arroz, cebolla, cilantro, papa, ajo y condimentos varios. Si bien la morcilla tiene un alto contenido calórico (379 kcal. por cada 100 gr.), al ser la sangre su ingrediente principal, aporta una gran cantidad de hierro a nuestro organismo (42 mg. por cada 100 gr.) Además, aporta 18 gr. de proteínas y 6 mg. de calcio. Por lo que la convierten en un alimento interesante nutricionalmente pero de consumo ocasional.
Ingredientes:
-2 calabacines
-1/2 cebolla
-1/2 morcilla dulce
-Aceite de oliva y Sal
Preparación:
Comenzamos lavando los calabacines y le quitamos el tallo. Los laminamos con una mandolina o un pelador de verduras de modo que queden láminas finas. Los restos de calabacín que no usemos los picamos muy finamente para utilizarlos en el relleno.
Ahora pelamos la cebolla, la lavamos y picamos finamente. Ponemos en una sartén un chorrito de aceite de oliva y rehogamos hasta que esté pochada. Añadimos los restos de calabacín picaditos y sofreímos 3 minutos más. Incorporamos la morcilla desmenuzada y salteamos brevemente. Se irá formando una masa densa, ya que la morcilla hará que se integren todos los ingredientes. Retiramos del fuego y dejamos templar.
Para formar los raviolis ponemos una lámina de calabacín encima de otra formando una cruz y en medio colocamos un poco del relleno. Terminamos cerrando el ravioli como si fuera un paquete.
Repetimos esta operación hasta acabar con todas las láminas de calabacín. Ponemos un chorrito de aceite en una sartén y doramos brevemente los raviolis por ambos lados.
Sugerencias:
*Se pueden rellenar con los ingredientes que más gusten (por ejemplo una bechamel con atún, una salsa carbonara, jamón y queso…)
*Una opción más sana es hacerlos en el horno (horneándolos a 180º hasta que estén ligeramente dorados).
¡Dedícate tiempo, disfruta cuidándote!