La vuelta a la rutina puede ser un poco dura, o mucho, pero siempre podemos contrarrestar la modorra otoñal de esas tardes largas, sin planes, haciendo aquello que más nos guste, en mi caso hojear libros de cocina, como el siempre maravilloso Jerusalem, y encontrar y probar recetas lejanas, deliciosas, únicas…
Ingredientes
500 gr de requesón
250 gr de queso de cabra tierno
140 gr de mantequilla sin sal
14 hojas de pasta filo
pistachos sin sal picados
90 ml de agua
280 gr de azúcar glas
3 cucharadas de zumo de limón
Para empezar con este postre debemos derretir la mantequilla. Untamos con un poco de ésta una bandeja de horno, que sea un poco más pequeña que las láminas de pasta filo. Colocamos sobre la bandeja una hoja de pasta filo y con la ayuda de una brocha volvemos a untar mantequilla encima. Repetiremos este proceso hasta que tengamos 7 capas.
En un bol mezclamos bien el requesón y el queso de cabra, con la ayuda de un tenedor y vertemos esta mezcla sobre la última capa de pasta filo con cuidado de dejar libres los bordes, unos 2 o 3 cm por cada lado. Untamos el queso con un poco más de mantequilla y cubrimos con las 7 hojas restantes repitiendo el mismo proceso, pintando cada una con mantequilla antes de poner la siguiente. Por último doblaremos los bordes sobrantes hacia abajo de modo que el queso quede bien sellado dentro de la pasta. Untamos de nuevo todo con mantequilla y realizamos cortes en forma de cuadrados de unos 5 por 5 cm con un cuchillo afilado sobre las capas superiores llegando al queso. Metemos la bandeja al horno precalentado a 200º unos 25-30 min, hasta que quede bien dorado y crujiente.
Mientras prepararemos el almíbar con el que luego mojaremos el mutabbaq. Ponemos a hervir el agua en un cazo con el azúcar, cuando empiece a hervir añadir el zumo de limón, bajar el fuego, dejar 2 o 3 min más y reservar.
Una vez saquemos el mutabbaq del horno, debemos bañarlo de nuevo con la ayuda de una brocha con el almíbar, teniendo cuidado en que todo quede bien impregnado. Dejamos reposar 10 min y espolvoreamos con los pistachos picados.
Si deseamos hacerlo más pequeño bastará con usar una bandeja de horno más pequeña y la mitad de ingredientes, podemos usar solo 7 láminas de pasta filo, poniendo el relleno en la parte inferior de las hojas y doblar para sellar el queso con la parte superior.
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