Hoy no os traigo ninguna receta, sino que quiero apoyar la convocatoria de manifestación de Dietética sin patrocinadores solicitando la inclusión de los profesionales de la nutrición y la dietética en el Servicio Nacional de Salud. Podéis ampliar información y leer el manifiesto aquí: http://beta.dieteticasinpatrocinadores.org/sanidaddesnutrida/
La foto que ilustra el post es un collage de fotos de las comidas reales que hacemos a diario mis hijas, mi marido y yo y que si os interesa para sacar ideas o inspiraros, podéis seguir aquí: https://www.facebook.com/mivegablog/app_168188869963563?ref=page_internal
Como ya expliqué el año pasado, el plan de alimentación que seguimos en casa está basado en las pautas que me facilitó en su consulta la dietista-nutricionista Lucía Martínez Argüelles, que lleva el fantástico blog Dime qué comes, y que forma parte del grupo de nutrición de la Unión Vegetariana Española. Junto a su socia Naira Fernández, del blog Una pizca de vida, dirige el Centro de Nutrición Palma que afortunadamente ofrece un servicio online para la gente que como yo no puede acudir presencialmente a la consulta.
No quiero centrarme en esgrimir los argumentos de peso que defienden en el manifiesto, porque son de sentido común y estoy convencida de que todos estaréis de acuerdo con ellos. Quiero contaros por qué esta iniciativa es importante para mí. Si hubiera profesionales específicos del ámbito de la dietética y la nutrición en a Seguridad Social yo no llevaría saltando de dieta en dieta desde la más tierna infancia. Mis desayunos a la tierna edad de 11 años no hubieran consistido nunca en té solo y ampollas de jalea real junto con 4 galletas María. Jamás habría tomado infusiones de alga fucus y cola de caballo a diario con 12 años. Nunca en la vida me habría desmayado con 14 años en clase de aerobic por únicamente llevar en el cuerpo café, café y más café (cómo recuerdo a la profesora de aeróbic mándandome a mi casa a comer “macarrones con tomate”). Tampoco habría hecho dietas pintorescas con mis amigas (no sé si Lore recordará aquella en la que el lunes sólo podías comer yogures, el martes sólo fruta, el miércoles sólo verdura, el jueves sólo pollo…nunca pasé del lunes. Tengo el recuerdo súper nítido de llegar aquel lunes por la noche a casa y hacerme un bocata como un brazo de grande de paté “Mina”). Y sobre todo jamás habría fantaseado con mi mejor amiga de la infancia con poner a dieta a nuestros futuros hijos si es que estos llegaban a “heredar” nuestros problemas con la báscula.
Si aquel primer día en el que siendo una niña pequeña pisé la consulta del médico porque me sobraban unos kilos hubiera habido un profesional de la dietética y la nutrición en lugar de una enfermera que sacó un papelito de un cajón en el que ponía “dieta de 1.200 calorías” y que me mandó a casa toda acongojada porque yo que estaba acostumbrada a comer “Bonys” y “Tigretones” iba a tener que acostumbrarme a comer mejillones al vapor y ensaladas de escarola así sin transición y sin anestesia, no hubiera fracasado miserablemente y no hubiera iniciado jamás mi peregrinaje dietético por herboristerías y dietas de revistas “femeninas”.
Por eso apoyo esta convocatoria y por eso tengo casi obsesión por que mis hijas se acostumbren a comer saludablemente y a llevar una vida activa. Os copio aquí mismo el manifiesto y os animo a que os unáis en la manera en que consideréis conveniente a esta convocatoria:
10/05/2015, 12:00 ? Frente MSSSI (Paseo del prado, 18)
¡Algo falla en tu Sanidad! ¡Pide atención nutricional!
¿Por qué necesitas dietistas y dietistas-nutricionistas en tu sanidad?
Porque 3/4 partes de las muertes en países desarrollados se deben a enfermedades directamente relacionadas con el estilo de vida, siendo la alimentación uno de los pilares principales, y en España no puedes acceder gratuitamente al profesional mejor formado para orientarte (1).
Porque en patologías tan comunes como la diabetes, la hipertensión o los accidentes cardiovasculares, antes de la medicación va la alimentación. Porque nos estamos saltando la prevención y el primer tratamiento por falta de profesionales sanitarios capacitados para aplicarlo.
Porque ciudadanos que precisan de un consejo dietético continuo y personalizado, no lo tienen. Los enfermos renales, los que sufren enfermedades inflamatorias intestinales, cáncer o patologías digestivas no cuentan con el apoyo del profesional que debería controlar uno de los pilares fundamentales de su tratamiento y ayudarles a hacer su vida más fácil.
Porque tenemos una tasa de obesidad infantil alarmante y en aumento, y no hay Técnicos Superiores en Dietética ni Dietistas-Nutricionistas en atención primaria ni en pediatría.
Porque el 30-50% de los pacientes hospitalizados se desnutren (2), y los profesionales especializados que deberían cuidar de ellos no están presentes en la sanidad pública. Se alargan las hospitalizaciones y la recuperación de esos pacientes se resiente. Y podemos evitarlo.
Porque los países con servicio de nutrición en la sanidad pública ahorran en gasto farmacéutico y de atención sanitaria. Por cada euro invertido en asesoramiento dietético se ahorran más de 50??? en tratamientos posteriores, se aumenta la productividad porque disminuyen las bajas laborales y mejora la calidad de vida de esas poblaciones (3).
Porque queremos que tengas un profesional de referencia y de acceso libre que te asesore en temas de alimentación, a lo largo de tu vida y la de los tuyos, adaptando el consejo a tus necesidades en cada momento, con la misma garantía que nuestra sanidad cuida de tu salud en el resto de ámbitos.
¿Quién debería encargarse del consejo dietético y los tratamientos nutricionales?
En España existen dos profesionales con titulación oficial especializados en dietética y nutrición: los Técnicos Superiores en Dietética y los Dietistas-Nutricionistas (diplomados o graduados en NHyD). Ambos deberían formar parte de la sanidad pública integrando las Unidades de Nutrición y Dietética tanto en atención primaria como especializada, tal y como sucede en el resto de la Unión Europea.
¿Quién se encarga ahora de la alimentación?
Actualmente las funciones que deberían ser llevadas a cabo por dietistas y dietistas-nutricionistas las realizan compañeros ya saturados con sus propias funciones y sin formación específica (personal de enfermería y medicina). El asesoramiento nutricional que recibe el ciudadano se reduce a menudo a una fotocopia con consejos genéricos. La dietoterapia brilla por su ausencia y se recurre directamente a medicación en casos que podrían tratarse antes con pautas nutricionales. Y que en muchos casos podrían haberse prevenido con asesoramiento dietético temprano.
FALTA ALGO EN TU SANIDAD, PÍDE ATENCIÓN NUTRICIONAL ESPECIALIZADA Y APOYA LA CAMPAÑA.
AHORREMOS EN FÁRMACOS Y ATENCIÓN SANITARIA INVIRTIENDO EN SALUD Y CALIDAD DE VIDA.
En una #SanidadDesnutrida pierdes tú. Alimenta tu salud.
(1) http://www.who.int/whr/2003/chapter1/es/index3.html
(2) http://www.meiga.info/guias/NutricionArtificial.pdf
(3) https://www.bda.uk.com/improvinghealth/healthprofessionals/cost_benefit_of_dietitians
¿Qué puedes hacer? ¡Difunde y participa!
Moviliza este manifiesto.
Visibiliza tu unión: únete a #SanidadDesnutrida en las Redes Sociales
Participa: esto no va a quedar sólo en una convocatoria. Ya lo verás.
Acude y haz porque todos te acompañen.
Ayúdanos: que, para reclamar lo justo, ¡seamos una sola voz!
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