Tengo la suerte de tener unos compañeros y compañeras maravillosos.
Cada año se presentan algunos nuevos compañeros que, la mayoría de las ocasiones, solo están con nosotros un curso.
Pero no es necesario mucho tiempo para darse cuenta de la calidad humana y profesional de todos ellos.
Este año han llegado varios profes nuevos, todos estupendos, pero yo tengo como "vecina de rellano" a una cordobesa afincada en Málaga que es una preciosidad de persona.
Ya al principio de curso me regaló una botella de aceite de su pueblo. Una delicia perfecta para las tostadas y ensaladas.
Y hace unos días apareció con una cajita metálica que contenía un auténtico manjar: dulce de membrillo.
¡Madre mía! ¡Cómo está de bueno! Cuando llegué a casa lo probé y me relamía de gusto.
Es una exquisitez a la que tendré que dar salida en algunas preparaciones, porque si me descuido acabo con él en una sentada.
Así que la primera receta en la que lo he usado es en estas empanadillas rellenas de queso de cabra y dulce de membrillo. Una combinación que por sí sola ya es divina, pero que con el exterior crujiente de las obleas de empanadillas, ya no digo más...
Voy a darle las gracias a mi compi Ana por este riquísimo regalo con esta primera receta. Y vendrán más...
INGREDIENTES: para 8 empanadillas
16 obleas de empanadillas
200 gr de queso de cabra en rulo
100 gr de dulce de membrillo
semillas de sésamo
1 huevo batido
PREPARACIÓN:
Estos son los ingredientes ya preparados.
Primero vamos a desmenuzar el queso de cabra.
Sacamos las obleas y vamos poniendo en medio un poco del queso desmenuzado.
Cortamos láminas del dulce de membrillo y lo ponemos encima del queso.
Ponemos otra oblea encima y sellamos los bordes con un tenedor. Pintamos de huevo y espolvoreamos sésamo encima. Al horno 20 minutos a 180º.
¡Calentitas están riquísimas!
Una combinación deliciosa.