De nuevo martes parlanchín y aquí me tenéis para hablar sobre la foto del pasado miércoles mudo. Esta vez era fácil de identificar, como muchos habéis dicho, se trata de París, la ciudad de la luz.
A mí personalmente me encanta es de los sitios que, por muchas veces que fuese, no me cansaría de ir. He ido una sola vez en mi vida, la que veis en la foto, y de eso hace ya siete años, para ser exacta fue en noviembre de 2007.
Fuimos mi marido y yo solos. Fue un viaje que no lo olvidaré en la vida. Lo disfruté a tope. He de decir que París era uno de los sitios que tenía como asignatura pendiente y ese año mi marido me sorprendió con el viaje.
Él, por el trabajo que tenía en aquella época, viajaba mucho a París y se lo conoce como la palma de la mano. Con lo cual tuve un lazarillo y un guía espectacular.
Por diferentes motivos no hemos vuelto a ir más, pero no pierdo la esperanza de volver a repetir. Para los que no conozcáis, París os recomiendo que a la más mínima oportunidad que tengáis, vayáis y no os dejáis nada por visitar. Aprovechar los días al máximo, os alegrareis de hacerlo. Mientras tanto, podéis ir conociéndola en su Agarra las Maletas, ¡fue el primero!
Cuando nosotros fuimos, estaba adornado para la Navidad y estaba precioso todo. ¿Qué me gustó más? Pues si os digo la verdad, no sabría qué decir. Me gustó todo, hasta montar en metro, y eso que no me gusta, jeje. La comida también, aunque guisen con mantequilla todo. No hay nada que no me gustase y creo que poco me debió de quedar por visitar.
Bueno pues hasta aquí puedo contar, porque como siga me puedo llevar horas y horas escribiendo sobre este viaje y no terminaría nunca. Ahora os explicáis por qué fue la primera ciudad en mi Agarra las Maletas ;)
Un beso y hasta otra.
Fuente: este post proviene de 50 Crisis, donde puedes consultar el contenido original.
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