Ya estamos en otro martes más para hacer un pequeño resumen de la foto del anterior miércoles mudo.
Como habéis comentado, es muy fácil ubicarla por lo típica que es. Sí, efectivamente es Venecia, si mi memoria no me traiciona, creo que fue en agosto de 1999.
Fuimos los cuatro, es decir, mi marido, mis hijos y yo. Fue un viaje muy accidentado, íbamos en un tour de estos que cada día duermes en un hotel distinto y cuando te levantas no sabes dónde estás. Además, a mi hijo, alérgico a los mosquitos, le picaron en Florencia y le pusieron las orejas que ni las del príncipe Carlos de Inglaterra. También le picaron en varios dedos de las manos, que parecían pies de elefante y un ojo. El pobre se llevó dos días sin poderlo abrir, un cuadro el pobre mío.
La familia al completo en Venecia
Pero a pesar de esto, fue precioso. Visitamos Roma, Florencia, Nápoles, Capri, Venecia, Asís, Pompeya, Verona y Milán, todo en ocho días.
Roma me gustó mucho, pero es normal porque es preciosa, la ciudad eterna y gusta a todo el mundo. La que me sorprendió muchísimo fue Florencia (ya sabéis por qué fue uno de los primeros Agarra las Maletas ;) ), me encantó, impresionante. Milán también me sorprendió gratamente y Venecia, para sorpresa mía, no me impresionó. No sé si yo la había idealizado porque era uno de los sitios que siempre había querido visitar, el mal olor que desprende o no sé, pero me decepcionó.
Parte del grupo del viaje
Si volviese otra vez a Italia, aparte de visitar otras ciudades, repetiría Roma, Florencia, Verona y el atardecer frente a la catedral de Milán tomando una cerveza, aunque no sea Cruzcampo. Ver tranquilamente ponerse el sol reflejado en esas maravillosas vidrieras es todo un espectáculo que te deja sin palabras. Si alguno tenéis oportunidad de ir, acordaos de mí y comprobarlo, ya me contaréis.
El Duomo de Milán
Bueno no me enrollo más que ya me estoy pasando.
Un beso, hasta la próxima y a ser muy felices.