Para hacer este pastel hay que utilizar la pasta filoy perderle el miedo. Nosotras solemos utilizarla pero, curiosamente, hasta hoy solo hemos publicado una receta que lleva dicha pasta, nos referimos al Canelón de lechazo. La pasta filo es delicada, superfina, como un papel de fumar. Con una sola hoja no se puede hacer gran cosa por eso suelen usarse varias hojas que, previamente untadas con mantequilla derretida, se superponen hasta conseguir darles un poquito más de consistencia de tal manera que recuerdan al hojaldre. Al no tener un sabor determinado, pues la pasta filo se hace con harina, aceite, sal y agua, puede utilizarse tanto en repostería como para hacer platos, digamos, salados. Nosotras hemos optado por hacer un pastel de espinacas al que le hemos agregado capas de huevo cocido, pasas, piñones y una bechamel. El resultado es espectacular, aunque debes tener en cuenta que, al ser tan fina, esta pasta se rompe y el corte no queda limpio.
RECETA
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INGREDIENTES
300 g de espinacas
100 g de uvas pasas
50 g de piñones
4 huevos cocidos
Pasta filo
Mantequilla para untar la pasta filo
Sal INGREDIENTES PARA LA BECHAMEL
50 g de mantequilla
50 g de harina
300 g de leche
Nuez moscada
Queso parmesano rallado
Sal
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PREPARACIÓN
Cocer los huevos y reservar.
Lavar, quitar los tallos de las espinacas y centrifugar para que suelten el agua.
Poner aceite en una sartén y cuando esté caliente añadir los ajos cortados en trocitos muy pequeños; antes de que estén dorados añadir las espinacas y en unos minutos habrán reducido de volumen y estarán listas; entonces añadir las pasas y piñones, rectificar de sal y dejar unos minutos hasta que reduzcan todo el líquido.
Aparte poner la mantequilla en una sartén, cuando se deshaga añadir la harina y remover. Añadir la leche caliente y seguir dando vueltas mientras hierve hasta que tenga la consistencia deseada. Poner el queso rallado, la nuez moscada y rectificar de sal.
Untar una bandeja de horno con mantequilla e ir colocando las hojas de pasta filo untadas en mantequilla derretida sobreponiendo una sobre la otra y dejando sobresalir por los laterales de la bandeja.
Poner las espinacas con la bechamel sobre las láminas de pasta filo y por último colocar los huevos cocidos cortados, tapar con la masa sobrante, pintar con mantequilla derretida y hornear 20 minutos a 170 grados con aire por abajo ya que esta pasta es muy fina y enseguida se dora.
Servir caliente.