Ingredientes:
Primera parte:
100 gramos de leche.
250 gramos de queso cremoso (tipo Philadelphia).
Segunda parte:
150 gramos de leche.
80 gramos de mantequilla.
45 gramos de harina.
45 gramos de maizena.
Tercera parte:
7 yemas de huevo.
7 claras.
Unas gotitas de limón.
110 gramos de azúcar glas.
Mermelada de níspero (yo Ruchey)
Elaboración:
Primera parte:
Comenzamos preparando una olla con agua para el baño maría (es importante que el agua no hierva, solo que haga unas burbujitas en el fondo). Sobre ese baño maría colocamos un bol con la leche y el queso crema y mantenemos al baño maría hasta que se haga una crema. Reservamos.
Segunda parte:
Seguimos con el baño María. En esta ocasión ponemos en un cazo la leche y la mantequilla hasta que la mantequilla se disuelva por completo.
Añadimos a la leche (que aún sigue al baño maría) la harina tamizada con la maicena y comenzamos a remover con un batidor hasta que se forme un engrudo denso. en ese punto retiramos del fuego.
Tercera parte:
Mezclamos las dos preparaciones, la de queso y la del engrudo.
Seguidamente vamos añadiendo las yemas y batiendo muy bien hasta obtener una mezcla homogénea.
Sobre esta mezcla añadimos un par de cucharadas de las claras que previamente habremos montado a punto de nieve junto al azúcar glas y al zumo de limón (esto lo hacemos para igualar las densidades).
Seguidamente vertemos la mezcla anterior sobre el merengue restante y mezclamos con movimientos envolventes.
Por último vertemos la mezcla en un molde desmoldable de 22 centímetros de diámetro bien enmantequillado. Como el horneado se realizará al baño maría es importante que antes de verter en el molde la mezcla forremos este muy bien con papel de aluminio para evitar que le entre agua. El horneado, al baño maría, debe hacerse sin abrir en ningún momento el horno y siguiendo estas indicaciones: los diez primeros minutos a 220º; luego bajamos el horno a 160º y horneamos 50 minutos más; por último apagamos el horno y esperamos con el cerrado 10 minutos más antes de sacarlo.
Cuando esté bien frio lo metemos en la nevera y lo dejamos reposar unas horas (mejor de un día para otro). Antes de servirlo lo cubrimos de mermelada de níspero.
Y ya tenemos nuestro pastel listo para degustar.
Para elaborar esta receta he utilizado una deliciosa mermelada de níspero de Ruchey, una empresa hortofrutícola especializada en la comercialización de nísperos y productos derivados de él como mermeladas, cremas, conservas, sal de níspero así como licores y cervezas de esta fruta, entre otros productos.