Hoy os traigo un postre típico de los restaurantes chinos: plátano frito con miel. Es muy fácil de preparar en casa y no se tarda nada. Sólo necesitaremos unos plátanos, harina, agua, aceite de girasol y un poco de miel.
Lo primero que haremos será pelar y cortar los plátanos en 3 ó 4 trozos, según el tamaño del plátano.
A continuación preparamos el rebozado. Ponemos 4 cucharadas soperas de harina en un bol, echamos un poco de agua y removemos con un tenedor. Iremos echando agua en pequeñas cantidades hasta que la harina se haya disuelto y quede una mezcla de textura parecida a una papilla o puré espeso.
Introducimos el plátano en la mezcla de agua y harina y los untamos bien.
En una sartén antiadherente freiremos los plátanos con aceite de girasol.
Una vez tengamos el plátano doradito lo dejamos unos segundos en papel absorbente y seguidamente montamos el plato; se le añade un poco de miel por encima. Es mejor prepararlo en el último minuto ya que está mucho mejor caliente.
Y éste sería el resultado. Espero que os guste y hasta la próxima!
Fuente: este post proviene de Una caja en el desvan, donde puedes consultar el contenido original.
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