Esta semana os traigo una receta dulce para empezar el mes con alegría. El título ya lo dice todo, es un cheesecake sin horno con frambuesas y chocolate blanco, muy fácil de preparar y queda espectacular.
Ingredientes para un molde de 20-25cm:
- 300gr queso crema
- 250gr queso mascarpone
- 2 yogures griegos
- 200gr galletas
- 80gr mantequilla sin sal
- 80gr azúcar glacé
- 2 tarrinas de frambuesas
- 4 hojas de gelatina neutra
- 200ml nata (crema de leche) para montar
- 200gr chocolate blanco para postres
Empezamos con la base de galletas, la típica para estas tartas, triturando las galletas y mezclándola con la mantequilla derretida.
En un molde de 20cm colocamos papel sulfurizado en la base y repartimos la mezcla hasta cubrir toda la superficie de la base.
Podéis usar un molde más grande, os quedará la tarta mas bajita, pero hasta 30cm de diámetro os cubre el relleno, eso sí, habrá que añadir 50gr más de galleta y 15 de mantequilla.
Seguidamente ponemos a hidratar la gelatina con agua fría.
En un bol mezclamos una tarrina de queso crema y otra de queso mascarpone. Las cantidades de esa receta son muy simples ya que son unidades enteras.
Seguidamente añadimos el azúcar e integramos por completo.
Agregamos los 2 yogures.
Y terminamos con los lácteos añadiendo 100ml de nata (crema de leche) para montar fría.
Si batís con varillas eléctricas os quedará más firme ya que se montará más la nata (crema de leche) pero a mí me gusta más cremoso.
Agregamos la gelatina, en mi caso usé una de Alteza que únicamente hay que escurrirla y calentarla 30 segundos al microondas, si tenéis alguna que os pide calentarla con líquido, tipo las de Mercadona, añadid un poquito de leche.
Mezclamos muy bien para que no se formen grumos y las gelatina se reparta bien por todo el relleno.
Lavamos bien una de las bandejas de frambuesas y la añadimos a la mezcla.
Con las mismas varillas rompemos las frambuesas para que se repartan por la mezcla.
Vertemos el relleno en el molde con cuidado.
Repartimos la otra bandeja de frambuesas por encima.
Calentamos los 100ml de nata (crema de leche) que nos había quedado al microondas.
Una vez fuera agregamos el chocolate blanco y removemos hasta que se haya derretido por completo sin volver a calentar la nata (crema de leche).
Vertemos el ganache por encima la tarta.
Con la ayuda de una espátula repartimos el chocolate por toda la superficie con cuidado de no mover demasiado las frambuesas ni arrastrar la mezcla de debajo.
Dejamos enfriar la tarta mínimo entre 4 y 6 horas; yo prefiero dejarla siempre de un día para otro.
Desmoldamos y a disfrutar.
Y éste seria el resultado, una rica y cremosa tarta sin horno ni complicaciones, sólo mezclar y dejar enfriar.
Espero que os guste y hasta la próxima!