Una receta fácil para el aperitivo del domingo. De las que se tarda más en explicar que en hacer y que sólo con el título, está dicho todo.
-media tarrina grande de queso fresco
-media tarrina de dulce de menbrillo
-un puñado de nueces peladas
Cortamos el queso fresco en porciones del tamaño de la nuez y hacemos lo mismo con el membrillo.
Ponemos los trocitos de queso en un plato. Sobre estos colocamos el membrillo y coronamos con las nueces.
Por decir algo, en las fotos se ve que el queso es un poco más grande, pero mejor si los hacemos más pequeños para que sean de bocado.