Ingredientes:
- 2 kilos de salchichas frescas.
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- 1 cebolla mediana.
- 4 dientes de ajo.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Sal.
- Cuatro hojas de laurel.
Elaboración:
Echamos en una sartén un poco de aceite y comenzamos a cortar la cebolla en juliana. La añadimos a la sartén y la dejamos a fuego medio para que se poche. Mientras tanto vamos pelando los ajos, los partimos por la mitad y una vez que se ha cocinado un poco la cebolla, le añadimos el ajo. Lo podéis cortar en trozos más pequeños, pero como luego van a estar dentro del caldo, es mejor dejarlo en trozos grandes para que los comensales sepan lo que es.
Una vez que está dorada la cebolla y el ajo, lo sacamos y lo echamos en la cazuela donde vamos a cocer las salchichas. En el mismo aceite comenzamos a freír las salchichas, antes las hemos tenido que pinchar con un cuchillo por varios sitios para que cuando las echamos al fuego no nos salten. Freímos las salchichas por ambos lados hasta que están un poco doraditas, aunque tened en cuenta que se van a terminar de hacer cuando las cozamos con el vino, pero personalmente me gustan que estén bien fritas.
Según las vais cocinando se echan en la olla y cuando las tenéis todas, le echáis las hojas de laurel, el vino y un poco de sal y las ponéis a cocer durante una hora, a mi me gustan que estén un poco duritas, por eso no las dejo más tiempo, aunque si queréis que estén más blandas, podéis dejarlas cocer media hora más, para eso lo mejor es probar y cuando tengan la textura adecuada sacarlas a la mesa.
Tiempo de preparación: 1 horas y media.
Gasto: 15 euros.
Raciones: 8 raciones.
Dificultad: Muy fácil.