Adoro el verano, el calor, la playita y sobre todo los helados. ¡Menuda invención!, para mí, no hay verano sin helados, me pongo las botas, pero eso sí, me gusta hacerlos yo misma porque así combino los sabores que me encantan.
Y tengo que reconocer que el pasado año el descubrimiento fue un helado de café y galletas Oreo, OMG, ese helado es pecado capital, no es por daros envidia ni por incitaros a ir a ver ese helado, pero es sin duda mi helado favorito.
Ahora mismo, estoy escribiendo este post con un sándwich helado en mi mano e intentando escribiros sin manchar el ordenador y sin perder de vista el helado, y os confieso que es algo complicado, pero es que es irresistible.
Este helado lo he rellenado de helado de nata (crema de leche) casera, pero las galletas americanas combinan a la perfección con helado de vainilla, helado de café o incluso de helado de dulce de leche. Así que os animo a prepararlo y a disfrutarlo cuanto antes.
Ahora que leo lo que os estoy escribiendo me estoy dando cuenta que parezco una loca de los helados, y me pregunto; ¿soy yo, o a vosotros también os enloquecen los helados? No me soléis comentar mucho y no os conozco del todo y a veces pienso que estoy un poco loca, pero en fin, soy feliz y es lo importante.
Con tan solo un helado soy más feliz que un niño con un spinner. Por cierto que juguete tan tonto, no le encuentro yo la gracia, será que me estoy haciendo mayor.
En fin… ya se me termina este sándwich así que os dejo, que yo me voy a por otro y vosotros deberíais prepararlo.
Mil besos amores