No tengo palabras para describir, la bondad, la dedicación, la vocación y el amor de Luisfer por nuestra comunidad, de los cuales nos ha hecho partícipes durante estos años que hemos disfrutado de su estancia con nosotros.
Ahora es momento de conocer otra comunidad, descubrir nuevos horizontes y compartir nuevos instantes con otras personas que tendrán la suerte de conocerle, como le hemos conocido nosotros.
Deseándole lo mejor en su nueva andadura, anhelamos un pronto reencuentro para volver a verle y conocer a los jóvenes de su nueva comunidad, que estoy segura disfrutarán tanto de sus enseñanzas, como lo han hecho los nuestros, y compartir con ellos un encuentro cercano.
Como las despedidas suelen ser un poco tristes, y no queríamos dejar que Luisfer se quedara con un "mal sabor de boca", he preparado una tarta de bizcocho de naranja, rellena de chantilly y decorada con chantilly y limón. En la parte superior una foto de todos los chicos (impresión comestible en papel de azúcar), dándole las gracias por todo.
Espero que le haya gustado la sorpresa y que la tarta haya sido del gusto de todos. ¡Mi hijo me ha dicho que no sobró nada! Por lo que creo que sí gustó.
Y dicho esto concluyo:- "Gracias de nuevo Luisfer, te llevaremos siempre en nuestro corazón".
Un abrazo.
Saludos
María José
Y recuerda... ¡pon un dulce en tu vida!