¿Te pasa que ya no sabes qué tentempié ponerle a tu hijo para el recreo? ¿Quieres que sea saludable y que le guste? Muchas estamos en ese caso.
Yo tengo una costumbre un poco peculiar: Las innovaciones las dejo para el tentempié del recreo (y no para la merienda). ¿Porqué?
Fundamentalmente porque no estoy presente para recibir las posibles quejas (jeje). Además, como a esa hora suelen tener bastante hambre, normalmente las reciben bastante bien. En caso contrario, seguramente habrá algún amiguito menos remilgando que dará buena cuenta de ello y no habrá que tirarlo.
Hace un par de años ya escribí un post sobre este mismo tema. Aquí te lo dejo por si te sirve de algo. Vuelvo a ello, porque veo que cada vez hay más niños que llevan tentempiés que facilitan la vida a los padres, pero que no son nutritivos ni sanos para ellos:
Refresco disfrazado de zumo
Extra de azúcar
Ñoñez a la enésima potencia. Lee la etiqueta en el súper, porque en la web no la ponen.
60 % jamón. El otro 40 % agua y etc.
Podríamos seguir y seguir y seguir. Pero ¿para qué?
También veo lo que llevan otros niños y me parece de mucho sentido común. ¿Verdad que nos están diciendo que la carne procesada no es buena? Pues yo estoy viendo algunos compañeros de mis hijos que llevan bocadillos “de cena” y me parece súper lógico. Me explico:
Bocadillo de carrillada en salsa.
Bocadillo de pechuga a la plancha con mayonesa y lechuga.
Bocadillo de solomillo de cerdo con tomate.
Bocadillo de magro con tomate frito.
Bocadillo de tortilla de patata.
“Pizza seca” (textual de mi hija)
…
¿Qué te parece la idea?
Lo que es bueno para la comida o la cena también puede estar rico dentro del pan. Mejor que unas lonchas de chorizo, incluso.
La semana pasada mis hijos fliparon con sus bocadillos de salsa boloñesa sobrante de unas berenjenas rellenas.
Es fácil para los padres, sano para los niños y de aprovechamiento.
No voy a dejar pasar la oportunidad de recalcar el asunto de la fruta. Exceptuando las alergias u otros motivos de salud:
Si nuestros hijos no comen fruta la culpa es nuestra.
Si nuestros hijos comen mini-jamoninos en lugar de manzana la culpa es nuestra.
Si nuestros hijos prefieren comer siempre ositos de chocolate en lugar de caki la culpa es nuestra.
Si no saben qué pedir cuando van a un restaurante porque no les gusta nada la culpa es nuestra.
Se puede poner fruta para el recreo. En las zonas cálidas les calmará también la sed (yo recuerdo ir en bicicleta y coger una manzana de un árbol porque no tenía agua).
Hay frutas que no necesitan envoltorio adicional a su propia piel:
Mandarinas.
Manzanas.
Peras.
Caqui persimon.
Melocotón.
Jínjoles o azufaifos.
Níspero
Nectarina
Plátano
El plátano es relativamente delicado. Mira qué funda mas mona he encontrado en amazon. A mis hijos ya no se les pone pachucho en un bolsillo lateral de la mochila, pero antes todos los días les llegaba el plátano magullado al recreo. No tenían cuidado
Otro recurso un poco más laborioso es ponerles una minifiambrera con frutita pelada (o fruta más delicada) y un palillo. Es lo que últimamente me está pidiendo mi hija. En esa lista entrarían:
Todas las anteriores.
Frutas del bosque.
Naranja.
Melón y sandía.
Kiwi.
Fresa.
Cerezas.
Uva.
Mango.
Ciruela.
Higo.
Etc.
Aderezado con canela, mezclado con yogur, o con yogur vegetal, o con kéfir… O en batido conservado en botella isotérmica como por ejemplo ésta, que no lleva ni plástico ni vidrio:
¿Qué más se puede pedir? Si con todas estas “precauciones”, no quiere tomarse este currado tentempié para el recreo, igual puede esperar hasta el medio día sin morir de inanición, ¿no?
Como dice el pediatra Carlos González (Autor de “Un regalo para toda la vida”): “En África las madres no van detrás de los niños para que coman, son los niños los que van detrás de las madres pidiendo comida”
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