Como todos los años nuestro membrillo, fiel cumplidor de sus obligaciones para con nosotras, nos ha brindado sus frutos, grandes, hermosos, aterciopelados. Lo más común, lo clásico, es hacer dulce de membrillo y a partir de ahí jugar con él para hacer recetas que lo incluyan. A lo largo de estos años hemos hecho algunos platos en los que combinábamos el dulce de membrillo con el queso porque parece que se complementan bien. Pero también hemos hecho compota e incluso licor de membrillo a partir de un buen orujo y que hemos tenido la santa paciencia de dejar reposar durante seis meses antes de poder degustarlo. Aquí os dejamos unas cuantas recetas por si son de vuestro interés.
Si queréis acceder a ellas podéis clicar en el siguiente enlace: <RECETAS CON MEMBRILLO> o utilizar nuestro buscador:
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