No os pasa, que siempre cenais lo mismo y llega un momento que ya no os apetece ni cenar?
Eso me está ocurriendo a mí. Siempre cenamos carne frita o empanada, para que los niños no protesten o pongan mala cara ante el plato.
Pues, un día me cansé y decidí darle una vuelta al plato, para que a pesar de ser frita la carne, tuviera un sabor y una presentación distinta y mis hijos comieran sin rechistar.
Además acompañado con una ensalada es un plato fresco y ligero para esas noches de calor.
INGREDIENTES
1 pechuga de pollo
200 gr. bacon
Sal fina
Pimienta molida
Gengibre molido
Curry
Pimentón dulce u ocal
Aceite de oliva
ELABORACIÓN
Cortamos la pechuga en dados grandes, igual que el bacon.
En un cuenco ponemos la carne de pollo y le añadimos sal, pimienta, gengibre, curry, pimentón (todos estos ingredientes al gusto, ya que el curry puede dar un sabor picante que no a todo el mundo le gusta) y un chorrín de aceite. Lo mezclamos todo bien, que quede impregnada toda la carne.
Cogemos los palillos y vamos insertando pollo y bacon intercaladamente, aplroximadamente 4 piezas de pollo y tres de bacon, según como sea de grande el palillo.
Se envuelve en plástico de cocina y se deja reposar entre 20 y 30 minutos en el frigorífico, para que la carne marere bien.
Se pone la plancha de cocina o la sartén bien caliente y se echan las brochetas, no se necesita poner aceite, ya que la tiene incorporada la carne.
Se dora bien por todos los lados y se sirve.
CONSEJOS ÚTILES
El macerado es al gusto de cada uno. Se le puede poner un poco de cayena molida para que pique un poco más, o al revés, quitar todos los sabores picantes.
Con 20 minutos de maceración es suficiente, pero si se deja preparado unas horas antes, cogerá más sabor.
Una salsa ali-oli es un un buen acompañamento para este tipo de plato.