Pues parece ser que el verano da una tregua y todavía podemos encender el horno por última vez, así que esta semana os traemos unos bizcochos caseros con sabor a chocolate blanco que están para chuparse los dedos y que son ideales para acompañar el café de la merienda.
Se preparan en un periquete y son el sustituto perfecto a la bollería industrial. Tienen un sabor intenso a chocolate que los convierte en irresistibles, como cualquier cosa que se prepare con chocolate blanco. ¡Venga! ¡Ya estáis tardando en poneros el delantal!
¿Qué necesito?
125 gr de mantequilla
200 gr de azúcar
180 gr de chocolate blanco para postres
5 huevos
100 gr de queso filadelfia
200 gr de harina
1 cucharadita de levadura en polvo
¿Cómo lo hago?
Partimos el chocolate en pedazos y lo derretimos al baño maría junto con la mantequilla. Una vez que esté el chocolate fundido removemos bien para que se integren bien ambos ingredientes, retiramos del fuego y reservamos.
Por otro lado, separamos las yemas de las claras. Batimos en un bol las yemas junto con el azúcar con unas varillas eléctricas. Agregamos el queso filadelfia y volvemos a batir hasta mezclar todo bien. Es el momento de añadir el chocolate fundido y remover todo bien.
Montamos las claras a punto de nieve y, por otra parte, tamizamos la harina. Es el momento de ir agregando las claras y la harina poco a poco y de forma alterna. Hay que hacerlo delicadamente y con movimiento suaves y envolventes para que no se nos bajen las claras.
Forramos los moldes con mantequilla y harina y añadimos la masa hasta la mitad de la capacidad. Cocinamos en el horno precalentado a 170º unos 45 minutos.
¿Qué más necesito saber?
Aunque nosotras hemos preparado estos bizcochos individuales, podéis realizar esta receta en forma de muffins o de un gran bizcocho, pero no olvidéis que entonces podrá variar el tiempo de cocción en el horno en función del tamaño.
Fuente: este post proviene de Vuelta y vuelta, donde puedes consultar el contenido original.
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