Como entrante o para la cena, estos paquetitos de hojaldre nos permiten innovar en las comidas cotidianas o sorprender a nuestros invitados. Y son muy fáciles de preparar, con lo cual os sacarán de más de un apuro.
¿Qué necesito?
4 o 5 setas
1/2 cebolla
150 gr de gambas
1 puerro
sal
aceite de oliva
30 gr de mantequilla
30 gr de harina
250 ml de leche
pimienta
nuez moscada
1 placa de masa hojaldre
1 huevo
¿Cómo lo hago?
Picamos muy bien la cebolla y el puerro y sofreímos ambas cosas en una sartén con un chorro de aceite de oliva. Cuando esté todo cocinado, añadimos las setas que habremos picado muy pequeñita. Removemos y en cuanto la seta esté hecha, incorporamos a la sartén las gambas, salpimentamos y salteamos todo.
En un cazo aparte, vamos a preparar una salsa bechamel. Derretimos la mantequilla y añadimos la harina de una sola vez. Removemos bien con una cuchara de madera y veremos cómo se forma una masa homogénea. Ahora vamos añadiendo poco a poco la leche (que debe estar templada) y sin dejar de remover, hasta acabar con la leche y obtener una salsa fina y lisa. Agregamos sal, pimienta y un toque de nuez moscada y removemos bien. Incorporamos la salsa bechamel a la sartén con el revuelto de setas y gambas y removemos todo bien.
Ahora es el momento de montar los paquetitos de hojaldre. Cortamos la placa de masa de hojaldre en cuadrados. Colocamos en el centro de cada cuadrado un montoncito de relleno.
Para cerrar los paquetes, iremos plegando cada una de las cuatro esquinas. Cada vez que juntemos una nueva esquina mojaremos la punta con un poco de agua y apretaremos para que se selle bien con la anterior.
Una vez preparados todos los paquetes de hojaldre los colocamos en una bandeja de horno cubierta con papel sulfurado, los bañamos con un huevo batido y los introducimos en el horno precalentado a 180ª. Retiramos una vez que los hojaldres adquieran un color dorado y servimos calentitos que es como mejor están. ¡Buen provecho!