Hace poco oímos hablar de Buns & Bones, un restaurante con varios locales en Madrid (nosotros fuimos al de la calle San Bernardo, al lado de la calle Gran Vía), especializado en baos.
Los baos son unos bocadillos cuya mayor peculiaridad es que tienen el pan hecho al vapor, por lo que queda muy jugoso y blandito, ¡son una delicia!
El local está decorado de forma moderna con mesas muy largas, para compartirlas con otros comensales. Esto, de primeras, es lo único que no me convenció, prefiero mesas individuales aunque estén cerca (manías mías...jajaja), pero la verdad es que, aunque vino más gente, dejaron un sitio libre entre con otros comensales, así que tampoco supuso ningún problema.
Tienen una amplia carta de diferentes platos (no sólo baos), inspirada en sabores orientales, algo que a nosotros nos encanta, pero ésta vez decidimos cenar sólo a base de baos, su especialidad, aunque ellos lo llaman buns.
Pedimos 5 diferentes para compartir:
- Costilla a las 5 especias chinas
- Cangrejo con padrones y romescu
- Pato Pekín de Antón Martín
- Pok Belly del maestro Chang
- Tonkatsu
Todos van acompañados con bastantes verduras hechas al vapor, por lo que la textura es crujiente y deliciosa. Quizás el que más nos soprendió fue el de cangrejo (es el de la imagen que está justo a continuación), debido a que estaba el cangrejo entero en tempura y se comía tal cual, ¡estaba buenísimo! Como no estamos acostumbrados a su presentación, creo que fue lo que más nos llamó la atención de la cena.
Otro detalle que nos pareció muy original es que todos los baos están marcados con el nombre del restaurante en la parte trasera, algo que los hace únicos.
El personal fue amable con nosotros, con muy buen ambiente, intercambiamos varias bromas y comentarios que nos hicieron pasar una buena noche.
Es un sitio al que volveremos, sin duda, para repetir con algún bao y probar los que nos faltaron y algún plato más de la carta.
Bon appétit!