Hoy os traigo una receta dulce, un cheesecake con frutos rojos y pocas calorías para empezar el mes de diciembre con fuerza. Empecemos como siempre con los ingredientes:
- 6 cucharadas soperas de queso crema bajo en grasa (unos 250gr)
- 4 huevos M
- 2 cucharadas soperas de leche
- 150gr harina de avena
- 1/2 sobre de levadura
- 1 cucharada de postre de stevia (edulcorante)
- 1 cucharada de café de esencia de vainilla
- 100gr de frutos rojos Precalentamos el horno a 180ºC, con calor arriba y abajo.
En un bol ponemos el queso crema y la leche y batimos hasta que se homogeneice. Si tenéis el queso a temperatura ambiente, sobretodo ahora en invierno, será mucho más fácil.
Tamizamos la harina de avena junto con la levadura y mezclamos con el queso y la leche hasta que no queden grumos.
En otro recipiente batimos los 4 huevos junto con el edulcorante y la vainilla.
En un molde de silicona, apto para horno de unos 20cm de diámetro, mezclamos el contenido de los 2 recipientes y batimos hasta que se quede una masa relativamente líquida y uniforme.
Si preferís usar un molde metálico os recomiendo forrarlo con papel vegetal para honro para que sea mucho más fácil desmoldar la tarta.
Añadimos los frutos rojos a la masa, yo usé los de marca hacendado congelados que hay variedad de moras, frambuesas, arándanos, etc...
Horneamos la tarta durante 35-40 minutos a 180ºC, con calor arriba y abajo.
Transcurrido ese tiempo dejaremos la tarta, sin desmoldar, sobre una rejilla hasta que esta se enfríe. Una vez a temperatura ambiente, desmoldamos y dejamos en la nevera mínimo 4 horas antes de servir.
Y este sería el resultado, una rica tarta de queso, muy ligera y jugosa.
Espero que os guste y hasta la próxima!
Fuente: este post proviene de Una caja en el desvan, donde puedes consultar el contenido original.
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