Hola a todos, de nuevo por aquí saludando :) Espero que estén pasando unos días de calorcito rico, disfrutando en familia y creando recuerdos. Ya están de vacaciones por allí? el tiempo vuela así que hay que disfrutarlo al máximo.
El día de hoy traigo un Cheesecake bien fresquito, con ricas fresas, sin horno, de esos que se pueden hacer por pasitos e ir refrigerando, no pierdes tiempo y ganas mucho, un postre delicioso, vistoso y muy colorido. Por tantas fotos pareciera largo o complicado pero no lo es, lo ideal es hacerlo de un día para otro.
No voy a mentir y les cuento (como ya se está haciendo costumbre) que tengo el tiempo limitado, varios proyectos de casa en marcha así que no cuento cuentos hoy jajaja
Este Cheesecake es bien grande, para compartir con toda la familia o amigos, seguro quedarás superbien!!
INGREDIENTES:
Base
250 gramos de galletas tipo María
150 gramos de mantequilla sin sal
Cheesecake (parte blanca)
4 paquetes de queso crema de 8 onz (temperatura ambiente)
300 ml de leche condensada
1 cucharada de ralladura de limón
1 cucharada de vainilla
21 gramos de gelatina sin sabor
100 gramos de fresas picadas en cuadritos no muy grandes ni muy chicos
Cheesecake de fresas (parte rosa)
1 paquete de 8 onz de queso crema
180 gramos de fresas frescas (ya lavadas)
240 ml de leche condensada
240 ml de nata (crema de leche)
240 ml de leche evaporada
Mermelada
180 gramos de fresas picadas
4 cucharadas de azúcar
1 cucharada de zumo de limón
Nata (crema de leche)
480 ml de nata (crema de leche) 35%MG
6 cucharadas de azúcar glas
PREPARACIÓN:
Comenzamos triturando las galletas, yo lo hice en el procesador de alimentos pero puedes hacerlo con la ayuda de un rodillo, vaso o lo que sea que las deshaga.
Las colocamos en un recipiente y agregamos la mantequilla derretida y mezclamos bien.
Como el cheesecake es grande, elevé la pared del molde desmontable con papel de cocina, el cual coloqué en la base también.
Colocamos las galletas en el fondo y presionamos hasta hacer una capa uniforme de base. Y refrigeramos o congelamos por al menos 30 minutos
Mientras tanto batimos a velocidad media/alta el queso crema hasta que quede suave y esponjoso.
Hidratamos y derretimos la gelatina sin sabor.
Agregamos al queso crema la ralladura de limón, leche condensada, vainilla y gelatina. Mezclamos hasta que todo esté bien incorporado.
Sacamos la base del refrigerador y comenzamos a armarlo, colocamos la mitad de la mezcla del queso crema en el fondo, esparcimos los trocitos de fresas por encima y agregamos el resto de la mezcla.
Cubrimos bien hasta los bordes y refrigeramos o congelamos nuevamente por un mínimo de 30 minutos.
Preparamos la parte rosa, con las fresas.
Esta vez en la licuadora, mezclamos todos los ingredientes juntos, fresas, queso crema, nata (crema de leche), leche evaporada, leche condensada y gelatina sin sabor.
Sacamos el molde del refrigerador y con cuidado agregamos la mezcla de las fresas que acabamos de preparar.
Refrigeramos por toda la noche
Para la mermelada ponemos en un cazo pequeño las fresas con el azúcar y zumo de limón a cocinar a fuego bajo por 20 minutos aproximadamente, dejamos enfriar por completo y reservamos.
Transcurrido el tiempo, toda la noche, montamos la nata (crema de leche) con el azúcar glas y la colocamos en toda la superficie del cheesecake ya desmoldado (es sencillo porque colocamos el papel de cocina en los bordes también)
Agregamos la mermelada por encima de la nata (crema de leche) y mezclamos ligeramente.
Listo!! Nada complicado!
Una tarta tremendamente rica, muy fresca ideal para estos días y garantizado que a todos les encantará! Claro si te gustan las fresas y el queso jeje
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