Refranes que no sean verdaderos,
y febreros que no sean locos, pocos
El mundialmente esperado regreso
de la Bruja Karlata y la Pantera Negra
En febrero se han de podar los olivos, florece el almendro y por los cielos de toda Andalucía se ven cruzar las aves en dirección hacia el continente africano.
Mientras, en un lugar recóndito y perdido, nuestros protagonistas se refugian del viento y del frío en la taberna La calavera gitana. Nadie saben quienes son, pasan desapercibidos, aguantan el tirón, tan solo eso.
Francisco Pavón y Mari, la pescadera, los dos superhéroes más famosos de la historia mundial; hablamos, nada más y nada menos, que de la bruja Karlata y la Pantera Negra. Él remata una copa de manzanilla y ella consume un generoso tanque de cerveza.
Son las catorce y cuarenta minutos del mediodía, Parque Alcosa de Sevilla, en un ocho de febrero del dos mil veintiuno.
—Hace un frío que pela, me han salido hasta sabañones, las noches son largas y en casa paso más frío que un perrito chico. Si te quisieras venir conmigo
— Que exagerado eres, no empieces a decir tonterías que me quito de en medio ¿Apostamos algo?
—Venga, a ver si entro en calor.
—Lo que te pasa es que trabajas menos que los reyes magos.
—Tu sigue dando ánimos. Te daré ventaja, hoy me siento condescendiente; pescados en el mes de febrero, vamos allá.
—Aguarda, déjame respirar; ¡Oselito, llena el tanque que tengo la boca seca!
María, la pescadera, aprieta la jarra y cierra los ojos concentrándose; seguidamente comienza a pregonar:
El boquerón, bacalao, besugo, bonito, caballa, la dorada, el lenguado, la lubina, merluza, el mero, pargo, pulpo, pez limón, rodaballo, salmón, la sardina, sargo, sepia y la trucha.
—La trucha no vale, no es andaluza ni por asomo y del salmón ni te cuento, seguro que lo trajeron los vikingos; dos a cero, empiezo ganando.
— La trucha me la traen del Bosque, cerca de Grazalema, aunque no te lo creas.
— ¿De dónde es este queso? —Francisco, cambia de conversación, aludiendo al papelón que se encuentra sobre la mesa.
—De Villaluenga del Rosario, no muy lejos de los de las truchas. Te toca, Francisco, dale con las verduras.
—Aguanta un poco Mari y no me marees. Échate otra manzanilla, Oselito, y haz el favor de cambiarme la copa.
La pantera cierra los ojos, su postura sobre la silla es inflexible.
La acelga, alcachofas, apios, calabaza, cebolla, las coles de Bruselas, coliflores, endivias, escarolas, espinacas, espárragos trigueros, las judías verdes, lechuga, col lombarda, nabo, puerro, remolacha, repollo, zanahoria, el aguacate, chirimoya, limón, kiwi, naranja, la manzana, la pera amarilla, piña, el plátano y el pomelo.
—El plátano no vale que viene de Canarias, ni el aguacate, ni la endivia. Te he remontado, tres a dos.
—No me toques que la costa de Málaga y Granada están llenas de aguacates, que lo he visto yo con estos ojos —le dice la pantera a la Mari.
—No digas pamplinas, que lo más lejos que has ido ha sido a San Juan de Aznalfarache y me acuerdo que hasta te mareaste.
—Sigamos; dos a dos, te dejo pasar el aguacate, ahora las carnes de febrero.
—Este mes la cosa está chunga; el capón, cochinillo, ciervo, el pato, cerdo, jabalí y el pollo —termina de recitar la Mari.
—El pato no vale, tres a dos, tomo ventaja —la Mari le mira indecisa.
—Ahora el marisco que es lo tuyo, te toca pantera.
La almeja, cigala, el camarón, erizo de mar, la langosta rosa, los mejillones, las ostras, zamburiñas, el carabinero, la coquina y las anguilas.
—Las ostras, las zamburiñas y los carabineros no valen. No hablan el andaluz ni por asomo. Cinco a tres ¡Paliza te estoy dando, tío!
—Cuatro a tres, el carabinero entra, so tramposa además es rojo, nada más que por eso ya vale. Flores de febrero, no te detengas y dale que nos vamos.
El lirio, la hortensia, magnolia, camelia, el narciso, la flor del almendro, el iris y de hierbas puedo añadirte; la borraja, la menta, angélica y la melisa.
—El iris no vale, que viene de Egipto, cuatro a cuatro, quedamos en empate.
—Me da igual lo que digas, vas a pagar tú de todas maneras; ¡Oselito, ponte unas aceitunitas, miarma! Que tiene menos detalles que un coche-panda.
El bar se pone en pie, aguardan a que este se luzca. Francisco Pavón ya tiene ganas de retirarse, no sin antes permitirse unos momentos de gloria. Con los brazos abiertos y gesticulando recita en voz alta:
—Va por Almería, la dorada
En Cuevas de Almanzora tenemos el carnaval y el día de la vieja, en Mojácar el carnaval y su gran gala flamenca, en Huercal-Overa también el carnaval.
—Ahora Cádiz, tacita de plata, salada claridad...
Su carnaval mundialmente conocido del que no hace falta hacer referencia, en Arcos de la Frontera también el Carnaval y en Chipiona, Puerto Serrano, La Línea, Sanlúcar de Barrameda, Jerez, además de su festival.
—Córdoba, lejana y mora
Los carnavales de Pedro Abad, de Priego de córdoba, ya en Belalcázar, La Candelaria y el entierro de la sardina y en Carcabuey, la Pascua de los moraos que, al fin y al cabo, es otro carnaval. En Castro del Río, La Candelaria, en Santa Eufemia, San Blas y en Villanueva de Córdoba la fiesta de la matanza.
—Granada, agua oculta que llora
Carnavales en Cúllar-Vega, Loja y en Alhama junto a la Candelaria.
—Huelva, la marinera orilla de las tres carabelas.
Carnavales en Aracena y la Palma del Condado, luego está Cartaya con su feria del caballo y complementos, en Galaroza la matanza tradicional, en Moguer la feria gastronómica y en Almonte la fiesta de la luz.
—Jaén de las piedras lunares
Carnavales en Alcalá la Real, Martos, Santa Elena y Úbeda. La virgen de la Candelaria en Baños de la Encina, Jódar, Santa Elena, otra vez, y Alcalá la Real
—Málaga, la bella cantaora
Los carnavales de Almogía, Antequera, Cártama. En Archidona la Candelaria, en Ardales la feria de la matanza y el concurso canino, y en Cómpeta; El ritmo de Cómpeta.
—Sevilla para herir
Los Carnavales de Bormujos, Carmona, Constantina y Fuentes de Andalucía. En Umbrete la feria del mosto y en San Juan Aznalfarache la feria de la tapa.
El bar aplaude por entero, mientras María lo mira de mala manera.
—Alguno se te habrá escapado. —Po claro, mira que tienes, lo que pasa es que nunca estás contenta con ná.
Fuente: este post proviene de Cocina Andaluza, donde puedes consultar el contenido original.
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