¿Qué tal? ¡Esperamos que muuuy bien!
Hoy estamos de estreno, y es que a nuestro apartado de lugares sin gluten, en la sección de Cádiz sin gluten, estrenamos restaurante: Código de Barra, en la capital gaditana.
¿Lo conocéis? Es un sitio pequeño, pero muy recomendable. Si queréis probar cosas nuevas con un toque moderno, ¡es vuestro sitio! El trato a los celíacos es excepcional. Casi toda la carta, al 95%, la adaptan sin problemas (incluso los fritos). Cuentan con freidora aparte, pan y cerveza.
Para empezar, nada más llegar, además de informar de que había una celíaca en la mesa y tomarnos nota de las bebidas, nos trajeron unos aperitivos que nos encantaron, sobre todo el primero. Se trataba de una especie de falsa aceituna, y decimos lo de falsa porque… ¡en realidad era un trampantojo! ¿Sabéis lo que es? Básicamente, es como una ilusión: nos traen un plato haciéndonos creer, visualmente, que es una cosa. La sorpresa viene cuando lo comes… ¡no tiene nada que ver con lo que pensabas! Pues eso fue nuestro primer aperitivo. En realidad, era una especie de salmorejo con polvos de cacao o similar… ¡nada que ver con la típica aceituna, desde luego!
De segundo, nos trajeron unas cucharadas de yogur, aceite, y algas. Muy ricas también, recomendables comerlas de un solo bocado para que todos los sabores se mezclen.
El comienzo nada mal, ¿verdad? Pues los platos mucho mejor. Pedimos varios platos, todos para compartir y así probar más variedad. Lo mejor de este sitio, además de ser un lugar tranquilo, es que los platos son muy innovadores y actuales, cocina abierta, con lo que podéis ver un poco lo que se cuece por los fogones, vamos que merece la pena ir Además… ¡aptos para celíacos!
Comenzamos por una caballa a la llama, acompañadas de kimchi, paniza y mayonesa de wasabi. Lo más impresionante del plato, es como lo preparan y la textura con la que queda. ¡Con un toque de soplete en la misma mesa! Seguimos con una crema de mejillones con batata glaseada y alioli. Estaba bastante rica, y se notaba mucho el sabor a mar. Seguimos con… ¡puntillitas! Pero con un toque moderno, ya que eran unas puntillitas fritas rellenas de su tinta con una cuajada de jalapeños, con una presentación muy bonita. Continuamos con unos dumplings de bacalao con curry rojo, coco y tamarindo. Es muy curiosa la presentación del plato. ¡Y ahí van las fotos!
Y para finalizar, ¡los postres! La verdad que nos quedamos con las ganas de pedir el postre estrella, el chocolate roto, que el chef lo presenta en la misma mesa y es impresionante. Pero estábamos taaan llenos, que nos decantamos por uno un poco más ligero. No recordamos muy bien el nombre, aunque el postre era a base de mango con helado de cardamomo.
¡Y hasta aquí el post!
¿Qué os ha parecido? Nosotros seguro que volveremos. Desde Rincón Singlu os recomendamos que os acerquéis, ¡seguro que lo disfrutáis!
¡Hasta la próxima!