Aquí te dejo unos consejos prácticos para limpiar una vitrocerámica o placa de inducción.
El primer consejo que te doy es que cuando cocines, aprendas a cocinar sin ensuciar. De esta forma, luego el proceso de limpieza de tu vitrocerámica será pan comido.
Lo primero será tener los útiles necesarios para una buena limpieza:
1.- Rasqueta
2.- Limpiador específico de Vitrocerámica
3.- Esponja específica para limpiar vitrocerámicas (las azules)
4.- Producto para terminar de abrillantar (vinagre o limpiacristales)
5.- Papel de Cocina.
5.- Palitos de cocktail
6.- Bayeta de microfibra
Pasos a seguir:
1º. Con la vitrocerámica fría, pasa un papel de cocina o bayeta húmeda y bien estrujada para sacar los restos de grasa y comida que estén sueltos.
2º Esparce el limpiador sobre la placa y frótalo con la esponja azúl.
3º Repasa la vitrocerámica con la bayeta humedecida para eliminar el jabón. Si quedara suciedad incrustada que no ha salido, tendrás que pasar la rasqueta hasta sacarla toda.
4º Aclara la bayeta (ojalá con agua caliente) y vuelve a pasarla sobre la placa hasta aclarar todo el jabón.
5º Por último sécala con un paño limpio o con papel de cocina.
6º Si deseas darle un toque de brillo adicional, espolvorea con vinagre o con limpiacristales y pasa un papel seco.
Consejos para una limpieza más profunda
* Cada cierto tiempo, pasa un palito de cocktail por las rendijas entre el borde de metal y la placa cerámica para sacar restos de grasa y suciedad acumulada.
* Usa sólo productos aconsejados para limpieza de la vitrocerámica. No usar lejía ni amoniaco pues podrían dañar la placa.
* Acuérdate que cuando estés cocinando, tener al lado papel de cocina o un estropajo húmedo para ir limpiando las salpicaduras de aceite y comida. De esta forma la limpieza luego es mucho más fácil.
Espero que estos consejos te sirvan los pongas en práctica.
Un saludo,
Sonia de la Cuadra