El conejo {o el pollo} a la cerveza es un plato que he preparado en casa desde hace mucho tiempo; es sencillo, con pocos ingredientes, y si lo acompañas de un arroz en blanco o unas patatas al vapor, tienes un plato bastante equilibrado. De primero, una cremita de verduras, o un gazpacho en esta época y santas pascuas.
Pero hoy he querido darle una vuelta y he utilizado cerveza negra, la clásica Guinness, por la que yo tengo devoción {además de, como buena gallega, por mi querida Estrella Galicia}. He de decir que este cambio ha supuesto llevar esta receta a otro nivel, por favor, qué riquísimo está esto... La cerveza negra tiende a caramelizarse mucho más que la rubia, y eso le aporta una untuosidad a la salsa indescriptible. De toma pan, y moja.
¿Que no os gusta la cerveza negra? Pues rubia. ¿Que no os gusta el conejo? Pues pollo. Si es que, más fácil no os lo puedo poner... Eso sí, si podéis utilizar una de estas cocottes de hierro fundido, os lo recomiendo encarecidamente, porque {yo tampoco me lo creía} la diferencia es abismal.
Mi cocotte como sabéis, es de la marca Simogas, y no podría estar más contenta. Su relación calidad/precio es fantástica, y el servicio es excelente. No dudéis en echar un vistazo en su tienda online para conocer todas sus características.
Conejo a la cerveza negra {en cocotte}
Ingredientes para 4 personas
1 conejo troceado (aproximadamente 1 kg y medio).
2 cucharadas de harina.
1 cebolla.
2 dientes de ajo.
1 zanahoria.
aceite de oliva.
2 cucharadas de salsa de tomate casera {receta aquí}.
1 lata de cerveza negra de 33 cl.
1 hoja de laurel.
1 cucharada de maizena {si es necesario espesar la salsa}.
sal.
romero.
pimienta negra.
Preparación:
1. En primer lugar, salpimentamos los trozos de conejo. Los ponemos en el interior de una bolsa plástica junto con las dos cucharadas de harina. Cerramos la bolsa y agitamos para que todos los trozos de conejo queden enharinados.
2. Ponemos nuestra cocotte Simogas al fuego con un chorrito de aceite. Doramos los trozos de conejo. Retiramos a un plato y reservamos.
3. Picamos los ajos y la cebolla, y los doramos en el mismo aceite donde hemos dorado el conejo. Pelamos la zanahoria y la picamos también muy fina. La añadimos al sofrito. Cuando todas las verduras estén blanditas, añadimos la salsa de tomate. Damos un par de vueltas para que se sofría todo junto.
4. Añadimos primero un poco de cerveza y rascamos el fondo de la cocotte con ayuda de una espátula de madera, para aprovechar todos los jugos. Terminamos de añadir la cerveza y volvemos a poner el conejo en la cocotte.
5. Añadimos también la hoja de laurel y el romero. En cuanto rompa a hervir, tapamos la cocotte y bajamos el fuego. Debe hacerse muy despacio para que quede bien tierno, alrededor de una hora, aunque al cabo de 45 minutos podemos ir comprobando si está listo.
6. Yo no suelo añadirle caldo, ya que la cocotte tapada no pierde prácticamente líquido (es una de sus grandes ventajas) y además me gusta que la salsa vaya espesando, pero si vemos que se queda seco, podemos añadir un poco de caldo de ave.
7. Si al terminar la cocción observamos que la salsa nos ha quedado demasiado líquida, podemos añadir una cucharada de maizena disuelta en un poquito de agua fría, y dar un hervor mientras removemos.