A la hora de encender el horno, se recomienda colocar la leña de mayor tamaño apoyando los palos uno sobre otro, formando un cuadrado o rectángulo y dejando un hueco en su interior para la leña más fina o papel y para que entre bien el aire y no se ahogue el fuego. La cantidad de leña necesaria depende del tamaño y capacidad del horno. Para que se realice la combustión de forma correcta debemos dejar el tiro y la puerta del horno abiertos para que entre más aire, y por lo tanto más oxígeno.
Aproximadamente una hora después, en el interior del horno sólo quedarán brasas y habrá alcanzado una temperatura aproximada de 500ºC. Podemos apartar las brasas hacia los laterales del horno dejando el centro libre para los recipientes o, si se prefiere, sacar las brasas del horno, utilizando un atizador en forma de T, una pala y unos guantes apropiados para trabajar con seguridad a altas temperaturas, siempre evitando tocar las paredes y zonas metálicas del horno.
Si tu horno no dispone de un pirómetro puedes arrojar un trozo de papel en el interior del mismo para calcular su temperatura: si el papel se enciende el horno está demasiado caliente, si se oscurece está la temperatura es la ideal y si el papel se vuelve blanco el horno aún está demasiado frío.
A la hora de cocinar, cuando el horno haya llegado a una temperatura de unos 200ºC dependiendo de lo que deseéis cocinar, debemos asegurarnos de que el tiro está cerrado y no abrir la puerta innecesariamente.
Las bandejas y cacharros de barro son las más utilizadas para cocinar en un horno de leña, aunque también se pueden utilizar recipientes fabricados con otro material homologado y resistente a las elevadas temperaturas que alcanzará nuestro horno de barro.
Por otro lado, para cocinar con seguridad es imprescindible contar con una pala de madera para desplazar cómodamente la comida en el interior del horno o de los cacharros.
Al abrir la puerta debemos evitar la tendencia natural de asomarnos demasiado al interior para ver lo que está pasando, tenemos que tener cuidado con el golpe de calor que puede salir y debido a las elevadas temperaturas con las que estamos cocinando podríamos quemarnos parte del pelo.
No te olvides de seguir los pasos que se indiquen en la receta, sazona a tu gusto y disfruta de un deliciosos asado o guiso con el sabor de la cocina tradicional de siempre.