Ya habías oído hablar de 7 tipos de hambre diferentes? Para mi fue toda una novedad y me interesó mucho conocerlos porque no todos se satisfacen comiendo. Te cuento de qué se trata.
He estado leyendo el libro “Mindful eating – A guide to rediscovering a healthy and joyful relationship with food” (Alimentación consciente – una guía para redescubrir una saludable y feliz relación con la comida) por Jan Chozen Bays. La autora es una médica pediatra y maestra zen quien durante más de 20 años ha estado enseñando mindfulness (consciencia del presente) específicamente enfocada a la nutrición y este libro se basa en sus propias experiencias. Un capítulo me pareció muy interesante ya que habla de 7 tipos de hambre diferentes, identificados por la gente que ha participado en los talleres que ella ha estado haciendo durante estos 20 años. Explica qué son y cómo pueden satisfacerse. Te comparto un breve resumen de cada uno de ellos. La idea es comenzar a explorarlos con curiosidad, no hay nada que sea bueno o malo, simplemente es una experiencia. El libro tiene otras cosas muy interesantes también y definitivamente lo recomiendo.
1 – Hambre de los ojos
Acabamos de comer una copiosa comida en un restaurante, estamos más que satisfechos, pero ni bien vemos la barra de postres no podemos resistirnos: se “ven” tan tentadores! Este es un tipo de hambre que los publicitarios conocen bien y aprovechan con imágenes de comida muy vistosas que no podemos resistir, en las revistas, la tele, la pantalla del cine, etc. En Montreal, por ejemplo, algunos restaurantes usan unos rotafolios de tarjetas plastificadas con fotos grandes de los postres que dejan sobre cada mesa. Uno se tienta de solo verlas, aún habiendo comido ya suficiente.
Como satisfacerlo? Los ojos se satisfacen con lo que se ve bello. De vez en cuando (una vez por semana) podemos prepararnos la comida de manera especial, presentada con esmero como si tuviéramos invitados especiales, diferente a lo habitual, simplemente para alimentar la vista. Al comerla, tomarse el tiempo de ver y disfrutar cada detalle. Otra manera es encontrando cosas o imágenes que resulten atractivas a nuestros ojos y tomarnos el tiempo de contemplarlos: arte, adornos, flores, las hojas del árbol que veo por la ventana, etc.
2 – Hambre de la nariz
Este tipo de hambre se nota mucho cuando entramos a una pizzería o una pandería y de golpe el aroma nos invade y sentimos la necesidad de comer, sin importar si realmente tenemos hambre o no. El olfato es muy poderoso y, en realidad, lo que nosotros llamamos el sabor de un alimento es en su mayor parte lo que percibimos con el olfato (por eso cuando estamos resfriados, con la nariz tapada la comida no tiene gusto a anda). Este tipo de hambre también es muy usado por los comercios (café, panadería, parrilla, etc) para tentarnos a comprar comida.
Cómo se satisface? Con aroma, claro! La autora sugiere de vez en cuando, estando solos o con alguien de confianza, tomarnos el tiempo de olfatear la comida antes de comerla. Acercar el plato a la nariz, cerrar los ojos y tratar de adivinar los aromas de cada ingrediente. Tomarse un tiempo para disfrutar solo el aroma y luego, al comer, prestar atención viendo como cambia y cuánto tiempo después de haber comido lo seguimos sintiendo.
3 – Hambre de la boca
Es el hambre por las sensaciones que la boca disfruta y que tienen mucho que ver con la cultura donde crecimos. Comida crocante, picante, cremosa, dulce, salada, jugosa, grasosa, agria, todos nos sentimos tentados por diferentes sensaciones y sabores. Esto es tenido muy en cuenta por los creadores de comida chatarra, expertos en tentarnos.
El problema con este tipo de hambre es que si la boca no se entera de que ya comimos lo que nos estaba pidiendo, va a seguir pidiendo más. Por eso, cuando comemos frente a la compu o mirando tele o hablando con otra gente, es como si no hubiéramos comido y seguimos con ganas de más. La manera de satisfacer este hambre es prestando atención a lo que comemos, disfrutando de la sensación que nuestra boca nos estaba pidiendo.
4 – Hambre del estómago
La sensación de hambre en el estómago es algo que todos conocemos, si bien puede ser diferente para cada uno. No obstante, la autora explica que en realidad el estómago se queja por costumbre, es decir por los hábitos de comida que tenemos nosotros. De esto doy fe: durante años no desayunaba y no tenía hambre a la mañana, pero desde que me convencí que es mejor desayunar bien y empecé a hacerlo, mi estómago se queja en cuanto me despierto. Efectivamente cambié el hábito y el estómago siguió luego. De todos modos es algo que no podemos ignorar, aunque a veces puede ser la sensación de ansiedad y no de hambre.
La manera de satisfacerlo correctamente es prestando atención a nuestro estómago cuando comemos para detenernos antes de que esté completamente lleno. Para esto hay que comer lentamente y darse el tiempo de notar cómo nos sentimos, ya que el estómago tarda en comunicarle al cerebro que ya tiene suficiente.
5 – Hambre celular
Este tipo de hambre es cuando nuestro cuerpo nos está diciendo que necesita determinados nutrientes. Muchas veces el cuerpo nos manda mensajes que no necesariamente sabemos interpretar. Por ejemplo, en mi época de fatiga crónica muchas veces me encontraba pensando en un pollo asado en situaciones bien extrañas, como en medio de reuniones en la oficina. Esto era una señal de que necesitaba comer proteína y el aprender a identificarla me ha sido muy útil ya que el hecho de prestarle atención y comer algo con proteína me ayudaba significativamente a recuperar mi energía. Otro ejemplo más simple es como en invierno nuestro cuerpo nos pide más comida o comida más calórica.
Cómo satisfacerlo? Prestando atención a nuestro cuerpo. Por ejemplo, cuando estamos enfermos, podemos tratar de sentir qué necesita nuestro cuerpo que comamos.
6 – Hambre de la mente
“Hay que comer cada 4 horas”. “Hay que comer proteína”. “Los huevos dan colesterol”. “Los huevos son muy saludables y una excelente fuente de proteína”. “Mejor evitar los cereales”. “Los cereales son la base de la pirámide alimentaria”. “Con esta dieta vas a bajar 6kg en 3 días” – Los mensajes que continuamente recibimos son muchos e incluso contradictorios. Nuestro cerebro se alimenta de información y se la pasa procesando y clasificando lo que recibe en bueno y malo; esto sí, esto no; debo, no debo. Pero la información que recibimos relacionada con la comida es enorme y continuamente cambia: lo que era malo, de pronto es vital y viceversa. Muchas veces se da una batalla interna entre lo que nuestro cuerpo o algunos de los otros tipos de hambre nos pide y lo que la mente considera como correcto o incorrecto. Y para colmo, nuestra mente también cambia de idea todo el tiempo!
Como satisfacer este hambre? Contrariamente a lo que se podría pensar, no es con más información. Por ejemplo, chequear la información nutricional o las calorías de todo lo que comemos en realidad es contraproducente porque nos adentra más en el juego de la mente. En realidad lo que la autora aconseja es acallar la mente, ne dejarse llevar por extremos y estar presente con las sensaciones de nuestro cuerpo en el momento de comer, prestando atención a los otros tipos de hambre.
7 – Hambre del corazón
Advertisment
Este hambre se refiere a las comidas que nos traen recuerdos emocionales, generalmente de nuestra infancia y como a veces comemos para sentirnos bien, para solucionar temas emocionales, cuando estamos tristes o cuando nos sentimos solos, por ejemplo.
En estos casos, la autora aconseja que cuando tengamos necesidad de comer hagamos un chequeo de todos los tipos de hambre y si así descubrimos que es una necesidad emocional, tratemos de hacer otra actividad que nos haga sentir bien y que disfrutemos. Si de todos modos comemos, mejor hacerlo lentamente y de manera consciente, prestando atención a las señales del cuerpo.
¿Ya bajaste el recetario gratuito? No te lo pierdas!!! Te voy a hacer llegar eso y mucho más si te anotas AQUÍ!!! Ah, y no te olvides de seguirme en mi página de Facebook si te interesan este tipo de recetas, ya que publico también recetas similares de otros blog…..
The post appeared first on La Vida que Elijo.