Ingredientes: - 1 kg. de guisantes frescos (también podeis usar los congelados)
- 7 muslos de pollo
- 100 gr. de jamón serrano cortado en taquitos
- Harina (la necesaria para rebozar los muslos)
- 1 cebolla
- 2 dientes de ajo
- Aceite de oliva
- 1 cucharadita de pimentón dulce
- Pimienta negra molida(si la teneis sólo en grano, podeis machacarla y será incluso mejor porque da más sabor)
- Perejil
- Sal
Lo primero que haremos es salpimentar los muslitos de pollo y rebozarlos en harina.
Después los freiremos.
Y los sacaremos en cuanto estén doraditos. Los pasaremos a una cazuela (si quereis hacerlo a fuego lento y mucho más rico) o a la olla rápida (la mejor opción para las que tienen menos tiempo, y también queda muy rico). Todavía no los pongais al fuego porque todavía queda preparar el resto de los ingredientes.
Por otra parte, picamos los ajos, la cebolla, y todo esto lo freimos junto a los trocitos de jamón serrano.
Cuando estén fritos, añadiremos los guisantes y dejaremos que se rehoguen bien.
Cuando estén bien rehogados vamos a poner sal, el perejil, una cucharadita de harina y otra cucharadita de pimentón dulce. Lo movemos y retiramos del fuego porque el pimentón se quema con muchísima facilidad.
Ponemos los guisantes junto a los muslos de pollo.
Y los cubrimos con agua.
Para quien opte por hacerlo de la forma tradicional, dejando que se cuezan lentamente, el tiempo que tienen que estar al fuego será el necesario hasta que los guisantes estén cocidos.
Para quien opte por la olla rápida, estarán listos en unos 10 minutos desde que empiecen a hervir. Tened cuidado si los guisantes son muy tiernos porque se pueden deshacer.
Aquí os dejo el resultado...
¿Qué os ha parecido la receta de hoy? A mi me parece que con esta receta cuidamos nuestro cuerpo tanto por dentro como por fuera.
Espero que os guste!!
Saluditos