La alimentación es un tema cada vez más preocupante. Un número elevado de niños sufre obesidad, otro tanto de adolescentes bulimia o anorexia y, cuando se llega a la juventud, el cuerpo padece las consecuencias de estos desórdenes. Quizás sea entonces cuando se decide poner solución y llevar una dieta sana y equilibrada, pero el desenfreno de la vida diaria, nos impide, en ocasiones, comer como nuestro cuerpo se merece. El hecho de salir de casa a primera hora de la mañana y no volver hasta la tarde-noche, hace que caigamos en hábitos alimenticios poco saludables. El excesivo culto a la imagen también influye, de forma decisiva, en nuestras costumbres.
Educarnos en la alimentación
Estudios realizados por importantes universidades, como la de las Islas Baleares en colaboración con la de Girona y la de París X-Nanterre, investigaron por qué los adolescentes comen como comen. Observaron que la elección del alimento responde a la interacción entre factores cognitivos y factores emocionales y, cómo muchos de ellos se muestran preocupados al saber que algunos de sus alimentos preferidos, como las hamburguesas o las pizzas, no son los más saludables. También se confirmó la tendencia de los niños a no comer pescado y verduras, y a pasar superficialmente por el desayuno, una de las comidas más importantes del día.
Los hábitos alimentarios son el fruto de distintas creencias personales, de tradiciones culturales, del contacto con la familia y con la sociedad en la que vivimos, y evolucionan de acuerdo con las exigencias económicas, laborales, de conocimiento, publicitarias o de moda, que cada uno experimentamos en nuestros quehaceres diarios.
Los factores sociales hacen que se dé una variación del concepto que atualmente se tiene de la comida y del tiempo que se puede dedicar a esta actividad, aunque sí es verdad que existen más conocimientos sobre la preparación de alimentos y una actitud activa ante la alternativa entre la cocina familiar frente a alimentos listos para servir.
Por tanto, se confirma que estos hábitos nacen en la familia por imitación, se modifican en contacto con el medio escolar y social, y evolucionan a lo largo de la vida por motivos sanitarios, sociales, estéticos, publicitarios o de adscripción a un grupo como es el caso de los vegetarianos. Nos acompañan a lo largo de nuestra vida y, si son adecuados, contribuyen a mantener nuestra salud.
Ahora que queremos, no podemos. ?O sí?
La mayoría de los jóvenes tiene la creencia firme de que una dieta saludable es esencial para la salud. También influye la organización familiar y la autonomía personal respecto a la decisión de la comida, sólo nosotros decidimos qué comer, cuándo hacerlo y en qué cantidad, pero el tiempo que dedicamos a esta actividad no es, a menudo, el que nos gustaría.
Se ofrecen algunas alternativas para paliar el problema. Angelita Alfaro, autora de distintos libros de cocina, y experta en comida tradicional, se preocupa por este sector de la población y edita su libro Cocina para estudiantes, solteros, separados, divorciados, viudos y vagos, en el que aporta multitud de ideas para comer sano, rápido y equilibrado. Reconoce que "la mayoría de los jóvenes sí que le dan importancia a la alimentación porque así se lo han transmitido sus madres y abuelas. Además, cada vez se busca más la calidad de los productos".
Sobre el tiempo que los jóvenes dedican a este menester, Angelita nos comenta que "entre semana hacen lo que buenamente pueden por el ritmo de vida que hoy impera y es en los fines de semana cuando realmente satisfacen sus caprichos culinarios".
La cocina está de moda
Nuevos y originales alimentos nos llegan de todas partes del mundo, y jóvenes y expertos cocineros se encargan de enseñarnos su beneficiosas propiedades y sus múltiples combinaciones. Este interés se traslada al resto de la sociedad. La autora de Cocina para estudiantes nos afirma que "la salud y la calidad de vida interesan mucho a la juventud, y está demostrado que la cocina está totalmente relacionada con ello, de ahí que cada vez haya más afición por la cocina".
Añade también que "una buena alimentación conlleva, normalmente, una vida sana, un buen rendimiento en sus quehaceres cotidianos, un buen estado de ánimo, y es el centro de muchas relaciones sociales: qué mejor manera de quedar con amigos y familiares que un plato bien preparado y presentado. Además, las posibilidades de la cocina son infinitas, pudiendo aunar el buen sabor de un plato y su aspecto saludable".
Te proponemos un menú seleccionado de las múltiples recetas de Cocina para estudiantes, sano y sencillo de elaborar, para demostrarte que comer bien es sólo cuestión de proponérselo. No olvides que la buena alimentación de hoy es la salud de mañana.
Brochetas de magro de cerdo y piña
Ingredientes: 600 gr de magro de cerdo en dados, 1 piña pequeña también en dados, 1 cogollo de Tudela, sal, pimienta, aceite de oliva virgen.
Elaboracion:
Se ensartan los trozos de magro y piña intercaladamente en la brocheta y cuando están colocados, se salpimentan. Ponemos las brochetas en una fuente refractaria de horno, echamos unos hilillos de aceite de oliva virgen y las dejamos a fuego muy fuerte durante 10 minutos. Cuando ha pasado este tiempo, se riegan con el jugo que han soltado y se presenta sobre unas hojas de lechuga, lavadas y aliñadas.
Ensalada Charo
Ingredientes: 1 lechuga, 1 manzana roja, 8 nueces, 1 tomate maduro, 1 cebolleta, 100 gr. de queso Gruyère en dados, 2 cucharadas de vinagre de Módena, 6 cucharadas de aceite de oliva virgen, sal.
Elaboracion:
Lavar la lechuga generosamente, escurrirla bien y picarla un poco menuda, poniéndola de base en la fuente donde se va a presentar. Mondar y trocear el tomate, la cebolleta, las nueces y la manzana, y colocar sobre la lechuga. Por último, repartir bien el queso en dados por toda la ensalada. En un bol pequeño batimos el aceite, el vinagre y la sal, y con el cacillo de salsear distribuimos muy bien sobre la ensalada.
Rancho de "untamorros" para un día de juerga
Ingredientes: 1,5 kg de untamorros (costillas de cerdo), 1/2 kg de guisantes desgranados, 1/2 kg de habas pequeñas, 4 dientes de ajo, 1 cebolla grande, 10 patatas, 18 alcachofas, 1 kg de puntas de espárrago o dos latas de puntas, 1/2 vaso de aceite de oliva virgen, sal, guindilla.
Elaboracion
En un calderete con un buen chorro de aceite, se echan los untamorros troceados y salados, rehogándolos despacio hasta que tomen un bonito color dorado. En ese momento añadimos las patatas, peladas y rajadas, y la cebolla y los ajos picados, y rehogamos todo hasta que estén bien pochados. Se agrega agua hirviendo hasta cubrir lo justo, más el caldo de cocción y sal. Mientras el untamorros y las patatas hierven relajadamente, en un poquito de agua cocemos los guisantes y las habitas hasta que estén al dente. Se reservan. Lo mismo se hace con las alcachofas, reservando el caldo de la cocción para tomarlo en otro momento, ya que es muy bueno para el hígado. Cuando las patatas llevan hirviendo 20 minutos, se agregan todas las verduras y las puntas de los espárragos, y se cuece todo lentamente hasta que las patatas y las costillas estén tiernas. Se recomienda añadirle un poco de guindilla porque así entra mejor y muy alegremente un buen tinto de Navarra, siguiendo con la fiesta hasta que el cuerpo aguante.
Macedonia de frutas frescas
Ingredientes: 2 manzanas rojas, 2 manzanas reinetas, 4 melocotones, 4 albaricoques, 2 naranjas, 2 plátanos, 2 kiwis, 1 limón, cerezas confitadas, 1 vaso pequeño de agua, 1 vaso de azúcar, 1 vaso de Cointreau.
Elaboracion
Se pelan y se cortan en rodajas todas las frutas, poniéndolas en una ensaladera. Se rocían con el zumo de un limón para evitar que se ennegrezcan. En un cazo aparte se pone un poco de agua, el azúcar y el Cointreau, y se deja hervir hasta que merme un poco. Se vierte sobre la fruta y, por encima, se distribuyen las cerezas confitadas. Se deja macerar un par de horas y se guarda en el frigorífico hasta la hora de tomarla. Se sirve en boles individuales.
Agradecimientos a Angelita Alfaro por su colaboración en este reportaje.