Sus granos y propiedades en la alimentación eran ya conocidos en la edad del bronce, época en que comenzó su cultivo en tierras mediterráneas. En esta época se tomaba como papilla, proporcionando la resistencia necesaria para realizar las duras tareas diarias. Cuenta la leyenda que a su gran aporte energético debían Atila y los hunos su fortaleza legendaria.
También los griegos y romanos la utilizaron a menudo por sus excelentes cualidades nutricionales, y fueron los últimos los que la llevaron a Gran Bretaña e Irlanda, donde gozó de gran aceptación, extendiendo su consumo desde la alimentación de los animales hasta la humana. Actualmente se está convirtiendo, de nuevo, en un cereal popular, sobre todo, para tomar en el desayuno, pero también para hacer recetas con él. Descubrimos más sobre él en este reportaje.
Un completo aporte nutricional
Este cereal se aprovecha por completo; del grano se obtiene sémola y harina y el salvado supone una fuente de minerales. Entre éstos destacan el calcio (es uno de los cereales que mayor cantidad aporta), el magnesio y el fósforo, que contribuyen al buen funcionamiento de los músculos y del sistema renal. Los hidratos de carbono son el componente principal, ya que suponen casi un 70%; a ellos se debe la energía que proporcionan al organismo.
Entre las vitaminas que aporta se encuentran la A, la B1 o tiamina, la B2 o riboflavina, la B3 o niacina, y la D. Además, al poseer ácidos grasos insaturados colabora a mantener unos correctos niveles de colesterol. También tiene un elevado contenido en proteínas y, sobre todo, en fibra soluble. Pero lo que más destaca es que contiene avenosa, una sustancia estimulante que aporta energía al instante, por lo que es muy apropiada para deportistas. Eso sí, su aporte calórico supone unas 370 calorías por cada 100 gr.
La avena en la cocina
Los copos son una opción segura en el desayuno; se encuentran solos o bien en el muesli mezclados con trigo o arroz. Se ingieren muy bien con leche, yogur o con frutas. Existe la harina de avena, que se compagina con la de otros cereales en la elaboración del pan, para dar un sabor diferente. Asimismo, puede ser el ingrediente principal de otros productos, como galletas.
Las bebidas vegetales están bastante extendidas tanto en dietas vegetarianas como en las de aquellos a los que no les gusta la leche o no pueden ingerir la lactosa contenida en la leche de procedencia animal. Además de la de soja, la más conocida, también hay leche de avena. La podemos preparar en casa siguiendo unos sencillos pasos.
- Se ponen a remojo los copos, se trituran y se mezclan con agua.
- La pasta reposa durante unas dos horas y después se cuela y se mantiene en frío.
- Finalmente se vuelve a pasar por un filtro aún más fino y se pasteuriza.
Otra forma más sencilla de consumir avena es echando varias cucharadas al agua en ebullición. Cuando empiece a hervir de nuevo, se deja reposar y ya está lista para servir.
En las islas británicas es un cereal muy consumido. Por ello, han creado recetas propias, ya tradicionales, como el porridge, que es la forma tradicional de tomar avena en Escocia. Se trata de un desayuno elaborado con harina de avena que se hace fácilmente: se hierve agua y se añade una cucharada de avena por cada taza de líquido. Se mezcla hasta formar una pasta espesa y homogénea, se baja el fuego y, durante veinte minutos, se continúa removiendo. Transcurrido este tiempo, el nutritivo desayuno está listo para servir.
Viendo todas sus virtudes es un cereal a incluir en nuestra dieta alimentaria.
Recetas con avena
Galletas de avena, pasas y sésamo (Receta de nuestra lectora Silbiguay)
Ingredientes: 2 huevos, 100 gr de harina, 190 gr de azúcar moreno, 115 gr de mantequilla, 3 cucharadas de leche, 1 sobre de levadura, 1 cuchara de vainilla en polvo, una pizca de sal, 150 gr de copos de avena, 80 gr de pasas sin pepita, sésamo y 1 cucharada de canela.
Elaboración:
Mezclamos los huevos, el azúcar y la mantequilla apunto de pomada. Añadimos la leche.Tamizamos la harina, levadura, canela y vainilla y agregamos a la mezcla. Ponemos la pizca de sal. Echamos los copos de avena y removemos. Lo mismo con las pasas.Dejamos reposar durante una hora en la nevera.
Precalentamos el horno a 200 ºC. Ponemos la masa en la bandeja encima de papel de horno en pequeñas porciones bien separadas, y aplastamos un poco. Espolvoreamos con sésamo los montocitos de masa y horneamos 14 minutos o hasta que estén doraditas. Dejamos enfriar sobre una rejilla y guardar en una cajita de metal para galletas.
Bollitos de avena y chocolate (Receta de nuestra lectora Tarta_de_limón)
Ingredientes: 150 gr de mantequilla o margarina, 2 dl de azúcar, 3 dl y medio de avena, coco rallado, 1 cucharada de azúcar de vainilla, 4 cucharadas de cacao puro (sin azúcar), 2 ó 3 cucharadas de café soluble desleído con dos o tres cucharadas de agua.
Elaboración:
Para hacer estas bolitas, se mezcla la mantequilla o margarina con el azúcar. Cuando esté bien mezclado, se le añade la avena y se amasa bien, el cacao, la vainilla y, por último, el café mezclado con el agua. Una vez mezclado se hacen bolitas y se pasan por el coco rallado. Si se guardan en el frigorífico, de un día para otro están más buenas.
Más recetas:
Postre de avena
Cereales con fruta
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Pan de albaricoque y avena
Galletas de queso y girasol
Manzana con costra
Imágenes: facilisimo.com y Livestrong.com